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El comité ejecutivo nacional del Partido Socialista, integrado por sus dirigentes más importantes como Alfredo Bravo, Hermes Binner, Rubén Giustiniani, Raúl Puy y Norberto La Porta, entre otros, decidió anoche por unanimidad separarse del ARI y convocar un congreso partidario para enero próximo que deberá decidir la fórmula presidencial que apoyarán los socialistas en las elecciones de abril.
De esta manera se cerró el lento proceso de divergencia que se abrió en el ARI al poco tiempo de su creación, entre los socialistas y los sectores que se nuclean alrededor de Elisa Carrió. Varios de los asistentes a la reunión de ayer expresaron su sorpresa por la forma rápida en que se tomó la decisión, luego de debatir unas cuatro horas. “Hubo alguna diferencia de matices, pero en general todos aceptaban que se habían cerrado todas las puertas”, expresó uno de los dirigentes. “Las puertas ya las había cerrado Carrió –expresó otro–, y nosotros tardamos en darnos cuenta, hubo muchas declaraciones periodísticas de ella en las que demostraba su poco interés en nuestra participación.”
El dirigente aeronáutico Ariel Basteiro, también miembro de la mesa nacional de la Central de los Trabajadores Argentinos (CTA), coincidió con esa impresión sobre la reunión de ayer y agregó que en su caso personal planteó algunas dudas sobre presentarse a las elecciones presidenciales de abril. “Estas elecciones donde solamente se elige presidente y vice se dan en un contexto donde será imposible definir nada importante –afirmó–, pero también entiendo la necesidad de la dinámica partidaria.”
Por su parte, el legislador porteño Raúl Puy señaló que “para los socialistas es importante dejar en claro que la decisión no se basa en una actitud sectaria, por el contrario, estamos dispuestos a abrir la discusión y la participación electoral con otras fuerzas políticas”.
Entre las especulaciones electorales que hacen en el ámbito partidario se dice con un dejo de ironía que si se presenta una fórmula socialista, será la única de centroizquierda, ya que acusan a Carrió de correrse hacia el centro en un intento de ampliar su base electoral. “Habrá candidatos del PJ, algún radical, otros de derecha, un candidato de izquierda y otra de centro, con lo cual el centroizquierda quedaría descubierto”, aseguran. En realidad, los socialistas también están ansiosos por probar en el plano electoral los efectos de su reciente unificación, ya que ésta sería la primera elección después de la unión de democráticos y populares.
Hace un mes y medio se conformó una comisión para restablecer puentes en la que participaron Alberto Piccinini y Rafael Romá, por el sector de Carrió y los socialistas. Éstos habían planteado tres puntos: la discusión conjunta para acordar un programa común; la decisión conjunta con respecto al vicepresidente que acompañaría a Carrió en la fórmula, y la creación de un sistema de articulación para la toma de decisiones. Pero los socialistas aseguran que en ese mes y medio solamente se realizaron dos reuniones de la comisión y que en los tres planteos la respuesta fue negativa.
En declaraciones periodísticas, Carrió dijo que si ganaba, su gobierno no sería de coalición y que sólo se plantearía algo así en algunos distritos en particular. Los socialistas también acusan a la líder del ARI de “verticalista” y de no aceptar posiciones diferentes. “Lo cierto es que a partir de ahora no existirá más el interbloque parlamentario y que en enero el congreso del partido decidirá una fórmula propia para participar en las elecciones de abril”, afirman.
Los socialistas anunciarán formalmente hoy a las 15 en su local de la calle Entre Ríos su separación del ARI, la convocatoria al congreso partidario de enero y la búsqueda de una fórmula electoral propia. Todos prefieren no hacer vaticinios para el futuro más allá de esas decisiones en un panorama político que se caracteriza por una gran movilidad y por la dispersión. “Estamos totalmente abiertos al trabajo conjunto con otras fuerzas –afirman– siempre que se pueda realizar un trabajo de construcción horizontal, lo que no se pudo hacer en el ARI”. Todos los diputados socialistas estuvieron presentes el fin de semana pasado en el Congreso de la CTA en Mar del Plata y algunos se sienten atraídos por la propuesta de la central de impulsar la creación de un movimiento político y social. Pero para los tiempos partidarios, la concreción de esa propuesta se encuentra en un horizonte más bien lejano y difuso y deberán afrontar dos elecciones en lo inmediato. Coinciden en que la decisión de apartarse del ARI provino más de lo que sienten como actitudes expulsivas de Carrió, que de las intenciones de los socialistas. “El miércoles de la semana pasada se reunió la Mesa Ejecutiva, integrada por doce dirigentes –afirmó Puy–, discutimos este problema y resolvimos que no podíamos tomar esta decisión solos, así que convocamos a los dirigentes del interior y nos sorprendió la unanimidad y la absoluta calma con que se discutió el tema. Es evidente que por el lado de Carrió ya se trataba de un proceso liquidado, como lo dijo a los medios, y nosotros tardamos en darnos cuenta.”