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”Lo único que nos mueve es el amor a los chicos. Sólo tenemos eso, un gran amor y mucha paciencia. Sólo el amor nos motiva, el deseo de que los chicos sean libres, porque sólo la verdad los hará libres y después que vivan dónde quieran”, aseguró ayer Estela Carlotto en una conferencia
de prensa realizada en la sede de la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo. Casi recién bajada del avión que la trajo de regreso desde Roma, Carlotto explicó la posición de las Abuelas ante la decisión del juez federal de San Isidro Roberto Marquevich, quien ordenó la detención de la directora del Grupo Clarín, Ernestina Herrera de Noble. “La causa es para la Institución una más de las tantas que se hallan en trámite a fin de localizar a los nietos desaparecidos. No nos interesa la calidad política o económica de los apropiadores”, aseguró.
Las Abuelas prepararon ayer un pequeño comunicado que Carlotto leyó en una de las conferencias de prensa más concurridas de la institución. Acompañada por varias de sus compañeras –como Rosa Roisinblit, vicepresidenta del organismo, y Nélida Navajas– y el presidente del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), Horacio Verbitsky, respondió a las inquietudes desatadas por el arresto de Herrera de Noble, acusada de falsificar las adopciones de sus dos hijos.
“La causa aludida es para la Institución una más de las tantas que se hallan en trámite a fin de localizar a los nietos desaparecidos y, estando involucradas dos personas jóvenes que imaginamos afrontan un momento muy difícil en sus vidas, solicitamos a los medios de comunicación prudencia y respeto frente a una situación triste y dolorosa para todos y que se deje actuar a los poderes públicos en bien del objetivo fundamental al que todos aspiramos: Verdad y Justicia”, leyó Carlotto.
Frente a las cámaras de televisión, reporteros gráficos y periodistas que casi no cabían en el departamento antiguo del Abasto, la presidenta de Abuelas reveló que ella y otras Abuelas habían querido, hace tiempo, reunirse con la directora del Grupo Clarín para plantearle que tenían denuncias que indicaban que sus hijos adoptivos podrían ser hijos de desaparecidos. “Desde 1984 hay denuncias en Abuelas, anónimas y de las otras, sobre la procedencia de estos chicos. Hablan incluso de (el ex jefe de policía bonaerense Ramón) Camps y del obispo Plaza como posibles entregadores. Dado el respeto con el que nos manejamos, hace cuatro o cinco años intentamos conversar con la señora, ya que no es militar ni formó parte del aparato represivo de la dictadura. Queríamos conversar para decirle que cuando hay dudas de este tipo y sentimientos sanos, si hubo una adopción, hay que avenirse a que los chicos encuentren su identidad y no hay interés en separarlos de las familias. Tenemos 14 casos de chicos que fueron adoptados, en otras circunstancias, pero que vivieron con las familias que los criaron, en contacto con los familiares biológicos. Pero en este caso no hubo respuesta. En el proceso hubo una citación para que los chicos se hagan un examen de sangre y se negaron. Marquevich hizo su trabajo”, afirmó Carlotto, quien, luego, respondió a varias preguntas de los diferentes medios:
–Marquevich ordenó la realización de un examen compulsivo para los dos jóvenes. ¿Cuál es la posición de Abuelas?
–No nos gusta que los chicos sean llevados por la fuerza pública. Eso es victimizar más a los chicos. Pero los familiares y la sociedad en su conjunto no pueden dejar el tema, como que acá no pasó nada.
–¿Consideran que la detención fue arbitraria?
–No me consta la arbitrariedad. Esto podría estar en otro carril si los chicos se hubieran sacado sangre.
–Pero ¿por qué el arresto si en general en estos casos se detiene a los acusados después de que se obtiene el resultado de los análisis de ADN o si hay posibilidades de que se fugue? –Es que no se la arrestó por apropiación de niños, sino por falsificación de documentos. Además, quiero agregar que esto no es contra la adopción, que es una institución sana y loable. Pero hay que ejecutarla legalmente. Nosotras también podemos equivocarnos, yo misma seguí una causa de un chico que creía que era mi nieto. Nadie garantiza que sean hijos de desaparecidos. Pero hay irregularidades gruesas en el expediente. –¿No tienen miedo de que se este tema sea utilizado dentro de una guerra de poder?
–Cada vez que hay una decisión trascendente de la Justicia en estos temas se interpreta que hay cuestiones políticas detrás. Allá los que hacen esto por intereses particulares. A nosotras lo que nos interesa es si las cosas se hacen bien o mal. Alguien que archiva una causa procede mal. Alguien que la impulsa, bien. Ahora hay que esperar.
–Ana Feldman de Jajan, una de las personas que hizo denuncias en la Justicia sobre este caso (y que es esposa de Emilio Jajan, un empresario menemista que fue detenido en los Estados Unidos por lavado de dinero) la acusó de estar en connivencia con Noble...
–Si se van a tener en cuenta esas cosas...son disparatadas. Esa mujer estuvo acá y persigue otros intereses que no tienen que ver con la identidad de los jóvenes. Nuestro interés es el encuentro de nuestros nietos y la restitución de sus derechos y que sepan quién es su familia. No queremos perseguir a nadie, ya sea Ernestina de Noble o Juana Pérez.