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A seis meses de los asesinatos de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki, los trabajadores del hospital Fiorito realizarán un homenaje en la puerta de ese centro de salud, donde colocarán una placa con la inscripción “Nunca más” y los nombres de los dos piqueteros. “Queremos que dentro del hospital quede un recuerdo en honor de la lucha de los chicos y en repudio a la represión”, señaló a Página/12 Isabel Maso, presidenta de la Asociación de Profesionales. “No sólo por lo que pasó en el Puente Pueyrredón sino también por lo que hizo la policía dentro del Fiorito, cuando reprimió a los familiares de los heridos. Los trabajadores creemos que ése fue un hecho gravísimo. Nadie debe olvidar lo que pasó.”
El día de la represión, el Fiorito atendió al grueso de los heridos. A pesar de las presiones, un grupo de médicos confirmó a los medios que había dos muertos y decenas de heridos con munición de plomo, y se movilizó para que la policía se retirara del edificio. Los médicos denunciaron ante la Justicia la actitud de la directora del hospital, a quien responsabilizan por haber permitido la violencia de los uniformados. “En el momento en que empezaron a llegar los baleados hubo una orden de cerrar la puerta principal, lo que fue un verdadero contrasentido. Durante varias horas, la Bonaerense tuvo acceso exclusivo a los heridos. Cuando la policía reprimió, la directora les hizo abrir esa misma puerta para que se pudieran llevar a uno de los jóvenes detenido”, agregó Maso.
El acto de homenaje se realizará el jueves a las 11 de la mañana. Junto a los trabajadores participarán desocupados del Movimiento Teresa Rodríguez y la Aníbal Verón, quienes luego cortarán el puente.