[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

Fernando Sánchez es el jefe de bloque de la Coalición Cívica en la Legislatura. Junto a Elisa Carrió, sentó posición esta semana sobre el caso de espionaje: señalaron que van a impulsar la interpelación al ministro de Justicia, Guillermo Montenegro, pero para plantear una comisión investigadora van a esperar a que la Cámara Federal confirme cualquier fallo de Norberto Oyarbide. En diálogo con Página/12, Sánchez advierte que “Macri todavía tiene mucho que explicar”.

–¿Cómo leen el planteo de Macri de que detrás de esto está Kirchner?

–A mí no me alcanzan las explicaciones del indagado. Me interesa el conjunto de la causa. Como planteo absoluto, lo que dijo es absurdo. Como planteo relativo, hay que discriminar en qué está atrás Néstor Kirchner.

–¿Cómo sería eso?

–La Metropolitana la armó Macri, sus ministros designaron al personal de la Metropolitana y el ministro de Educación contrató a Ciro James. Ahora, el planteo de cualquier ciudadano promedio es que el kirchnerismo usa los organismos de inteligencia para hacer operaciones. ¿Quién puede dudar de eso? Pero no le asignaría el ciento por ciento de la responsabilidad. Macri tiene que explicar mucho todavía, pero no sólo de su incapacidad para gobernar la ciudad, sino en otros términos.

–¿O sea que Oyarbide “es corrupto”, pero sobre Macri tiene razón?

–No todo es tan lineal. Oyarbide está encontrando mucho en la causa de la mafia de medicamentos. Si me preguntás por el sobreseimiento de los Kirchner en la causa de enriquecimiento ilícito, no le creo. Es un juez que maneja muy bien las causas, pero no creo que sea idóneo. En la causa del espionaje, la comunicación de la causa por parte del juez a veces puede ser intencionada, pero mucho puede condecirse con la realidad.

–¿Por eso pidieron ver el expediente?

–La Legislatura pidió el expediente. La CC siempre dijo lo que es Oyarbide y lo que es el gobierno nacional. Y siempre le estableció responsabilidades a Macri.

–¿Por qué Carrió quiere ser prudente con esto, pero en el caso de las supuestas coimas en Venezuela no espera un fallo de segunda instancia?

–Porque somos denunciantes en el tema de Venezuela. Esa causa parte de nuestra denuncia. Yo no sabía que Macri y Montenegro hacían escuchas ilegales. Eso sólo lo puede saber la SIDE. Sí tuve acceso al financiamiento de la campaña de Cristina Kirchner y lo pude vincular a la mafia de los medicamentos. E hicimos la denuncia ante la Justicia por lo que planteó el ex embajador Sadous. De todas formas, estamos interesados en la causa de espionaje para saber a qué velocidad podemos avanzar en la Legislatura.

–¿Cuál cree que debe ser la estrategia de la oposición?

–La estrategia del arrebato, de apurarse con el macrismo, es irresponsable institucional y políticamente. No es que especulamos, sino que creemos que gran parte de lo que la Legislatura tiene que leer políticamente está en la causa. ¿Para qué apurarnos si no sabemos qué van a resolver? Por eso vamos a avanzar con la interpelación a Montenegro, que al macrismo le molesta mucho.

–¿Qué ocurre si las explicaciones de Montenegro vuelven a ser insuficientes?

–Bueno, se puede volver a resolver que son insuficientes y se pueden evaluar los pasos siguientes, que están en la Constitución porteña: van de una comisión investigadora, interpelación al propio jefe de Gobierno o el juicio político a cualquier funcionario.

–Es decir, que Macri también tendría que explicarse ante la Legislatura.

–Macri hace rato que tiene que dar explicaciones. Más allá de la causa, hay una segunda lectura: existe una crítica a las políticas del Gobierno de la Ciudad en general, y en especial a las de seguridad. Cuando los macristas nos plantean una sesión especial para el 28, mezclan el registro de ADN y lo que ellos llaman “motochorros”, con trapitos y limpiavidrios. Cuando hablamos de un plan de seguridad, implica avanzar en el origen de la violencia. Nada de eso lo plantea el PRO. Nos quiere distraer con temas que le interesan a la gente, porque a veces la relación con el trapito y el limpiavidrio les resulta molesta. Ahora, me parece que ponerlo al mismo nivel de robo violento o la violación es mirar para otro lado.