Desde San Juan

El sonido de helicópteros, cuando sobrevuelan de tanto en tanto el cielo sanjuanino, inquieta la rutina dominguera de esta ciudad precordillerana que se apresta para recibir a siete presidentes de la región, en la Cumbre de Jefes de Estado del Mercosur y Estados Asociados. Excepto ese detalle, San Juan hace la siesta como todas las tardes de fin de semana. Sólo alrededor del imponente edificio donde funciona el Centro Cívico, y donde se llevará a cabo el encuentro, puede notarse algún hormigueo de policías y periodistas. De seguro a partir de este mediodía, cuando comiencen a llegar los mandatarios, la rutina de la ciudad se verá afectada por las medidas de seguridad y la presencia de la prensa internacional.

La dilatada aprobación de un código aduanero común para el bloque, el conflicto entre Venezuela y Colombia y el paso de manos de la presidencia pro témpore, que Cristina Fernández dejará al brasileño Lula da Silva, son los principales temas que se tratarán entre hoy y mañana. El diferendo bilateral entre los dos países asociados ganó protagonismo en los últimos días, dándole picante a un encuentro cuya agenda, a priori, estaba más centrada en temas económicos, como la firma de un Tratado de Libre Comercio con Egipto. Mientras que por Colombia no asistirán ni el presidente Alvaro Uribe –en la última semana de su mandato–, ni su sucesor Juan Manuel Santos, finalmente Hugo Chávez sí será de la partida.

Aunque el primer día de la Cumbre está reservado para las reuniones preliminares entre cancilleres, los jefes de Estado irán llegando desde esta tarde. Cristina Fernández lo hará poco después del mediodía, dispuesta a cumplir con compromisos locales, como la inauguración de escuelas y tres nuevos complejos de viviendas. Casi a la misma hora, el presidente boliviano, Evo Morales, recibirá un título honoris causa por parte de las universidades de San Juan y de Cuyo. Esta Cumbre, además, será la última a la que asistirá el brasileño –uno de los mandatarios que más hicieron por el desarrollo del Mercosur–, que a fin de año dejará su cargo en el Palacio de Planalto.

Mañana por la mañana será el cónclave entre los mandatarios, que estará centrado en asuntos comerciales tanto dentro del bloque como entre el bloque y el resto del mundo. En ese sentido, se rubricará un TLC de todo el Mercosur con Egipto, un mercado interesante para Sudamérica, por su tamaño (68 millones de habitantes y 85 mil millones de dólares de PBI) y por sus demandas, sobre todo en el área alimentaria y de materias primas. Además, se seguirá discutiendo sobre un eventual acuerdo de esa naturaleza con la Unión Europea, cuyas negociaciones, estancadas desde 2004, se reencaminaron tras la Cumbre de la UE, América Latina y el Caribe que se realizó en Madrid en mayo pasado. De prosperar el acuerdo, se conformaría el área de libre comercio más grande del mundo, ya que en ambos bloques viven más de 700 millones de personas.

La firma del largamente demorado Código Aduanero va a ser fogoneada por la delegación argentina, que ve una resolución sobre ese tema como la cereza que coronaría el trabajo de este año en el que Cristina Fernández ejerció la presidencia del bloque. Esa posibilidad está supeditada a lograr un acuerdo en los únicos dos artículos que aún generan disputas: la eliminación del doble cobro del arancel externo común y la redistribución de la renta aduanera.

El conflicto entre Colombia y Venezuela, desatado tras nuevas denuncias de Uribe sobre colaboración del régimen bolivariano con las FARC, que causó la ruptura de relaciones entre ambos países, sobrevolará la Cumbre. El tema, que comenzó a ser tratado el jueves pasado en Quito por los cancilleres de toda la región, tendrá cola en San Juan. Aunque en un principio se especulaba que la Cordillera de los Andes serviría como paisaje para un histórico encuentro cara a cara entre Chávez y el electo mandatario Juan Manuel Santos, el colombiano finalmente no será de la partida. En cambio, luego de algunos pasos de baile diplomáticos, el venezolano terminó por confirmar su asistencia y expondrá su visión del tema ante el Consejo Consultivo de la Cumbre Social del Mercosur. El titular de Unasur, Néstor Kirchner, también participará del encuentro y buscará acercar posiciones entre las delegaciones de los países enfrentados.

Después del acuerdo alcanzado entre la presidenta Cristina Fernández y su par uruguayo, José Mujica, con respecto al conflicto por la instalación de la pastera UPM (ex Botnia), una constante en las reuniones regionales de los últimos años, perdió espacio en la agenda. El ex tupamaro, junto al paraguayo Fernando Lugo, aprovechará para insistir con el tema de las asimetrías dentro del bloque, uno de los principales reclamos de los socios más pequeños. La nómina de mandatarios que asistirán se completa con el debutante Sebastián Piñera. El chileno espera compartir con la anfitriona el anuncio del llamado a licitación para abrir dos nuevos pasos internacionales, por debajo de la cordillera. Pero desde Cancillería aún no confirmaron si se concretará el anuncio.

Mañana, tras la reunión, los jefes de Estado compartirán un almuerzo y luego, la mayoría regresará a sus países. Lula y Cristina extenderán su presencia en San Juan unas horas más y mantendrán un encuentro en el marco del Mecanismo de Integración y Coordinación Bilateral que funciona desde 2007, donde tratarán, sobre todo, asuntos de intercambio comercial. Evo Morales, por su parte, participará por la tarde de un acto para la numerosa comunidad boliviana en Cuyo: ya manifestó su deseo de redondear la visita jugando un partido de fútbol.