La presidenta Cristina Kirchner dijo que le dan “mucho miedo los dirigentes políticos que se subordinan tanto a las corporaciones”, en referencia a los políticos que estuvieron el fin de semana pasado en la apertura de Exposición Rural y el martes a la noche en una cena organizada por el CEO del Grupo Clarín, Héctor Magnetto. La Presidenta no hizo alusiones explícitas, pero mencionó que “cada vez que hubo gobiernos subordinados a las corporaciones, a los trabajadores, a la clase media, a los productores, a los empresarios siempre les ha ido muy mal. En definitiva nos ha ido muy mal a los argentinos”.

Hasta ayer se habían escuchado críticas desde el oficialismo, más que nada de legisladores, pero ninguna voz del Ejecutivo a raíz de las convocatorias de los últimos días. La más llamativa es la de Magnetto, que reunió en su casa a cenar a los peronistas disidentes Eduardo Duhalde, Carlos Reutemann, Francisco de Narváez y Felipe Solá junto al jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri. Aunque primero quisieron negarlo, los dirigentes opositores luego admitieron a regañadientes que allí se había hablado de la estrategia electoral para 2011.

La Presidenta aprovechó ayer su aparición para inaugurar el centro de gestión del Programa Conectar-Igualdad, para asignar netbooks a alumnos de escuelas secundarias. De la ceremonia participaron maestros y alumnos de las escuelas beneficiadas, varios integrantes del gabinete nacional y gobernadores como el bonaerense Daniel Scioli, el tucumano Jorge Alperovich, el chaqueño Jorge Capitanich, el jujeño Walter Barrionuevo y el mendocino Celso Jaque.

La Presidenta aseguró que nunca vio “una oposición tan virulenta, ni siquiera en el gobierno de (Néstor) Kirchner” y subrayó que “todos” sus adversarios políticos “formaron parte de esa historia de los argentinos de descuento de salarios, de endeudamiento y del corralito”. En ese diálogo con los periodistas soltó entonces lo de la subordinación con las corporaciones. “Yo, que he sido legisladora opositora, aun internamente cuando estaba mi partido en el gobierno, jamás me subordiné a las corporaciones y jamás ningún proyecto mío intentó desbaratar los recursos del Estado proponiendo cosas que son inviables, que claramente no se pueden hacer”, insistió. Esta última referencia fue al proyecto opositor para llevar las jubilaciones al 82 por ciento móvil.

El jueves, el jefe del bloque de diputados del kirchnerismo, Agustín Rossi, había criticado a los disidentes por “haber elegido ser la pata peronista de las corporaciones”. Su colega de bancada Carlos Kunkel había ironizado sobre la función de “titiritero” que cumplía Magnetto y le pidió que saliera de las sombras.

La Presidenta aseguró que no cree que “la política sea intentar destruir a quien está en el gobierno; en todo caso, la política debe ser mostrar que yo soy mejor que el que está en el gobierno y hacerlo a través de ideas”. “Lo que pasa –añadió– es que se les hace difícil porque es gente que hace muy poco estuvo en el gobierno. La mayoría de la oposición, cuando estuvo en el gobierno, demostró lo que demostró.”

Cristina Kirchner viajó anoche a Colombia, donde participará de la ceremonia de asunción del presidente Juan Manuel Santos, quien reemplazará a Alvaro Urbe. En Bogotá se reencontrará con Néstor Kirchner, quien viajó antes para mediar en el conflicto que ese país mantiene con Venezuela en su carácter de secretario ejecutivo de la Unasur. La Presidenta hizo ayer referencia a su esposo al recordar su llegada a la Casa Rosada, en 2003, cuando “encontró un país destruido”, por lo que culpó a “todas” las administraciones anteriores. Cristina Kirchner aprovechó para destacar el nuevo aumento del salario mínimo, que recordó ya se actualizó diez veces desde el 2003 hasta ahora.