El presidente de la AMIA, Guillermo Borger, advirtió ayer que aún existe “alguna permeabilidad” y que “lamentablemente existe la posibilidad” de que se produzcan nuevos atentados terroristas ante la falta de esclarecimiento de los ataques a la Embajada de Israel en 1992 y a la mutual judía en 1994. “Sin presos y sin culpables hasta hoy, después de 16 y 18 años, es posible que se repita. Esperemos que no suceda, estamos haciendo todo para que eso no suceda, pero hasta que esto no se resuelva” los autores de “semejantes hechos se sienten con alguna libertad de proceder nuevamente”, aseguró luego el dirigente de la entidad judía. En el mismo sentido afirmó que en la actualidad “es cada vez menor la posibilidad” de atentar contra objetivos específicos de esa comunidad en la Argentina, ya que “están mucho más rodeados y controlados” y destacó que en la zona de la Triple Frontera (Paraguay, Argentina y Brasil) la presencia de células terroristas es “posible, pero desconocemos de hecho la realidad de esta situación”.