El precandidato presidencial de la UCR Ricardo Alfonsín compartió ayer una reunión con el gobernador de Santa Fe, Hermes Binner, posible compañero de fórmula del diputado nacional en 2011. Alfonsín admitió que le “gustaría” compartir el binomio con el mandatario santafesino aunque señaló que no es momento de definiciones. El líder del Movimiento de Renovación Nacional (Morena), consideró además que “a más tardar en enero” se conocerán las fórmulas de las fuerzas que integraron el Acuerdo Cívico y Social. En su recorrida por la provincia, Alfonsín se encontró también con el intendente de Santa Fe, el radical Mario Barletta, a quien respaldó como candidato a gobernador, cargo codiciado por otros tres dirigentes del Frente Progresista: los socialistas Rubén Giustiniani, Miguel Lifschitz y Antonio Bonfatti.

“En la reunión hemos hablado de la conveniencia de empezar a trabajar con los equipos de cada uno de los partidos, con el propósito de enfrentar los desafíos que tenemos de cara al 2011”, dijo Alfonsín al salir del encuentro con el gobernador. El vicepresidente de la Cámara baja negó que hubieran hablado de candidaturas y consideró que sería “una falta de respeto” hablar de compartir una fórmula. De todas maneras, sostuvo que “por Hermes” tiene “un gran aprecio y un gran afecto” a partir de la relación que él tenía con su padre. En ese contexto reconoció que le “gustaría” estar a su lado en una posible fórmula y señaló que eso deberán “resolver ambos partidos”.

El hijo del ex presidente volvió a referirse al momento en que se definirán las candidaturas, tema que despertó polémica con el espacio liderado por el vicepresidente Julio Cobos. “Yo digo, que a más tardar, en enero se van a conocer las fórmulas del Acuerdo Cívico”, señaló Alfonsín, quien todavía no se acostumbró a eliminar de su discurso al Acuerdo Cívico y Social, alianza que supieron integrar el radicalismo, el socialismo y la Coalición Cívica, y que hace meses abandonó la líder de la CC, Elisa Carrió. Desde el Morena, el senador Gerardo Morales y Angel Rozas buscan anticipar la definición de las candidaturas a diciembre para ganar tiempo a la hora de hacer campaña. En cambio, desde el sector del vice insisten en que las candidaturas deben resolverse cuando se realicen las internas abiertas de agosto próximo.

Al referirse a la convivencia dentro del radicalismo, Alfonsín reconoció nuevamente que ve “muy difícil” la posibilidad de sortear una interna con Cobos. “Solamente se podría evitar en el caso de que alguno de los candidatos del Acuerdo Cívico se cortara solo en términos electorales, algo que no está ocurriendo ni me parece que vaya a ocurrir”, confesó.

Del cónclave participaron dos de los eventuales candidatos a gobernador del socialismo –el intendente socialista de Rosario, Miguel Lifschitz, y el ministro de Gobierno, Antonio Bonfatti– y las diputadas nacionales Alicia Ciciliani y Mónica Fein. El hijo del ex presidente apeló además a la buena relación del socialismo con otras fuerzas como Proyecto Sur de Pino Solanas para sumarlas a un amplio frente de cara al 2011.

En Santa Fe, Alfonsín participó de un acto con Barletta, quien ya se había reunido con Cobos, semanas atrás. “Quise venir a saludar a Mario para agradecerle todo lo que ha hecho por el partido y todo lo que seguramente seguirá haciendo por la UCR y por la provincia”, manifestó Alfonsín. El diputado había acordado con sus compañeros del Morena y el presidente de la UCR, Ernesto Sanz, que le brindaría su respaldo al intendente en la puja por la candidatura. Ayer sostuvo que son “legítimas aspiraciones” las que tiene la UCR de encabezar el binomio provincial.

Barletta, por su parte, dijo que coincide con Alfonsín en la necesidad de “no desaprovechar la oportunidad de que el crecimiento de la Argentina esté acompañado por el desarrollo”. El radicalismo decidió competir en internas con el socialismo para definir al postulante a la Casa Gris, excepto que surja una figura de consenso. Una de las condiciones que impone el PS es que si finalmente aportan a Binner como candidato a vicepresidente, no estarían dispuestos a resignar la gobernación, un punto que ya crea discordia con el radicalismo local.