El titular del Partido Justicialista, Néstor Kirchner, encabezó ayer un acto en Río Gallegos junto a quince gobernadores, en el que respaldó al santacruceño Daniel Peralta en la polémica entre su provincia y la Corte Suprema. Medido, el ex presidente apuntó contra los miembros de la oposición que pidieron una intervención federal y evitó criticar al máximo tribunal, que había ordenado reponer en su cargo al ex procurador Eduardo Sosa. “Podemos no estar de acuerdo, pero la Corte hoy es independiente”, expresó.

Kirchner también salió a cruzar las versiones periodísticas que lo indicaban como candidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires y anunció que fijará su domicilio de vuelta en Santa Cruz “para pelear en la provincia como un militante más”. “Podemos haber estado distraídos un ratito, pero ahora estamos de vuelta con nuestras banderas”, exclamó el secretario de la Unasur al cerrar el evento “en defensa del federalismo y las instituciones de Santa Cruz” con el que el oficialismo dio una muestra de unidad de cara a 2011.

El centro de la capital santacruceña estuvo convulsionado desde las 15. Más de 10 mil personas –muchos de ellos militantes de distintos puntos de la provincia– se dieron cita en el polideportivo del Boxing Club local y fueron colmando el estadio con bombos, banderas y pancartas. Los que se quedaron afuera siguieron el encuentro desde una pantalla gigante.

“Aquí nacieron mis sueños y aquí vuelvo con todos ustedes. Nunca más tenemos que ver el atropello del derecho público provincial y la actitud de algunos parlamentarios que quieren atropellar el derecho federal”, dijo Kirchner, en referencia al fallo de la Corte que ordenaba reponer al ex procurador. “No podemos aceptar que representantes del pueblo sean capaces de preparar un proyecto de intervención. Calculamos que se equivocaron, que van a remediarlo”, agregó Kirchner.

El presidente del PJ eligió apuntarle al “marco político” del conflicto. Evitó así polemizar con el máximo tribunal en medio de un clima caldeado por algunos dictámenes recientes. “Podemos tener diferencias con la actual Corte, pero quien les habla fue uno de los responsables de la construcción de una Justicia independiente –sostuvo Kirchner–. Podemos estar de acuerdo o no, pero (la Corte Suprema) es independiente, y esperemos que realmente se consolide”, insistió.

En su lugar, las críticas recayeron sobre los “adversarios nacionales” del oficialismo, a quienes Kirchner les pidió que no obstruyan el trabajo que lleva adelante el Ejecutivo. “La gente los votó para que sean mucho más generosos”, dijo. A los legisladores de su provincia, además, les pidió “que cuiden su tierra, que no necesita del enfrentamiento sino del cariño de todos”.

“Hemos venido aquí a construir amor y no confrontación, convivencia y no odios o rencores”, señaló el ex presidente. “Por eso, no hay que esperar agresiones de nuestra parte, aunque nos provoquen el monopolio mediático y el señor Magnetto”, expresó.

El pedido de poner la otra mejilla fue complementado con un mensaje de valor para Cristina Fernández, a quien Kirchner le pidió “que siga luchando con todas sus fuerzas por la ley de medios”. “Yo sé que los santacruceños la aman, que saben que ella les cuida las espaldas y que está a cada momento con ustedes”, dijo el ex presidente, emocionado. “Muchas gracias por poder venir. Los amo, los quiero”, concluyó.

Antes de comenzar su discurso, Kirchner pidió un aplauso para cada uno de los mandatarios presentes. Nombró en primer lugar al bonaerense Daniel Scioli, en lo que se leyó como otra señal de distensión luego del cortocircuito por el tema de la inseguridad. Luego saludó a los gobernadores José Luis Gioja (San Juan), Jorge Sapag (Neuquén), Celso Jaque (Mendoza), Gildo Insfrán (Formosa), Oscar Jorge (La Pampa), Jorge Capitanich (Chaco), Sergio Urribarri (Entre Ríos), Walter Barrionuevo (Jujuy), Luis Beder Herrera (La Rioja), Maurice Closs (Misiones), Juan Manuel Urtubey (Salta), Gerardo Zamora (Santiago del Estero), José Alperovich (Tucumán) y a Peralta, el mandatario local. También destacó a los ministros que lo acompañaron. Hasta último momento se esperó la presencia de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, que ayer había regresado de Alemania, pero la mandataria fue directamente a descansar a El Calafate.