Lunes, 1 de noviembre de 2010 | Hoy
EL PAíS › CUATRO REFERENTES EN EL áREA DE GéNERO ANALIZAN LAS POLíTICAS DEL EX PRESIDENTE NéSTOR KIRCHNER
Las especialistas destacan la ratificación del tratado de la Cedaw, la incorporación de mujeres en la Corte Suprema y el gabinete, el impulso al Programa de Salud Sexual y la jubilación para amas de casa y empleadas domésticas, entre otras iniciativas.
Por Mariana Carbajal
Las mujeres tienen mucho que agradecerle a Néstor Kirchner (aunque algunas, o tal vez muchas, no lo sepan). Durante su Gobierno se produjeron avances significativos que las beneficiaron directamente. Desde la ratificación del protocolo facultativo de la Cedaw, el tratado internacional más importante contra la discriminación hacia las mujeres, que venía cajoneado desde hacía varios años y su antecesor Eduardo Duhalde trató de obstruir haciéndose eco de los insistentes reclamos de la jerarquía católica. Hasta la histórica incorporación de dos mujeres a la Corte Suprema y la designación –también histórica– de otra, Nilda Garré, al frente del Ministerio de Defensa, en un mensaje claro de promoción de mujeres en lugares de poder tradicionalmente ocupados por varones. El empuje al Programa de Salud Sexual y Procreación Responsable, la jubilación para amas de casa y empleadas domésticas que no habían hecho aportes o no les alcanzaban, su compromiso con los derechos humanos y el impulso a los juicios de lesa humanidad, que permitió a mujeres víctima de la violencia reclamar justicia, son algunas de las políticas en materia de género para destacar de su gestión, de acuerdo con la evaluación que hicieron para Página/12 cuatro referentes de distintos ámbitos y procedencia política.
“Me parece que para el feminismo ha pasado un tanto inadvertido o no se lo ha ponderado suficientemente el reconocimiento que se ha hecho durante la gestión de Kirchner al trabajo doméstico al permitir la jubilación de miles de amas de casa, que no habían hecho aportes. Aunque el monto es mínimo, conozco muchas mujeres que llegan solas a los 60 años con varios nietos por cuidar, para las que la posibilidad de obtener la jubilación ha sido fundamental. Pero sobre todo está la cuestión de valorizar ese trabajo que a veces se vuelve invisible para muchas miradas”, analizó Marta Alanís, titular de Católicas por el Derecho a Decidir. Estela Díaz, coordinadora del Centro de Estudios Mujeres y Trabajo de la Argentina y candidata a la secretaría de Género en la lista encabezada por Hugo Yasky en las últimas elecciones de la CTA, también enfatizó que muchas empleadas domésticas pudieron jubilarse. “De los más de dos millones de personas que accedieron a la moratoria jubilatoria, la mitad son mujeres que no tenían aportes o no les alcanzaban, principalmente por desempeñarse en el servicio doméstico o ser amas de casa.”
Líder de CDD, una de las más de 250 organizaciones que integran la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto, Alanís destacó la voluntad del gobierno de Kirchner y de CFK de avanzar con temas que habían quedado estancados desde la última dictadura militar. Entre ellos destacó la política de derechos humanos. “Aunque los juicios no han tenido una verdadera perspectiva de género, han permitido que salgan a la luz –sobre todo más recientemente– las vejaciones y los delitos sexuales de los cuales fueron víctimas las mujeres en los centros clandestinos de detención”, apuntó.
La abogada Susana Chiarotti, experta ante la OEA en materia de violencia de género y directora del Instituto de Derecho, Género y Desarrollo, de Rosario (Insgenar), coincidió, al destacar tres ejes de la presidencia de Kirchner: “Por un lado, la política de redistribución del ingreso, que favoreció a miles de mujeres, especialmente las políticas previsionales.
En segundo lugar, el impulso al Programa de Salud Sexual y Procreación Responsable, que quedó instalado y funcionando durante su gestión. Tercero, el impulso a los juicios de lesa humanidad, que permitió a mujeres víctimas de la violencia reclamar justicia”, señaló.
Kirchner, al asumir la presidencia, ratificó como ministro de Salud a Ginés González García, que venía liderando esa cartera desde la gestión del ex senador Duhalde, y le dio así continuidad a la instrumentación del Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable, que había sido creado por una ley nacional sancionada en 2002, tras más de una década de tironeos y debates, con la fuerte resistencia de la jerarquía católica y gracias al apoyo transversal, que se encargaron de sumar legisladoras mujeres de distintas bancadas, para hacer frente al lobby contrario de la jerarquía católica. “Sabemos que todavía falta agilidad para que lleguen los métodos anticonceptivos efectivamente a zonas del NOA y NEA donde la salud pública es más frágil, pero durante el gobierno de Kirchner se logró incorporar además nuevas prestaciones, como la ligadura de trompas y la vasectomía y la atención del aborto no punible”, apuntó Alanís. La contracepción quirúrgica se convirtió en derecho a través de una ley sancionada por el Congreso en 2006. Durante la gestión de Kirchner se avanzó con la elaboración de una guía de atención integral de los abortos no punibles, que estableció el protocolo a seguir en esos casos (y que este año fue actualizada). Todavía hay resistencia para aplicarla, del mismo modo que en algunas provincias ponen obstáculos arbitrarios para realizar ligaduras.
En el 2004 se aprobó la Ley de Parto Humanizado, que fijó los derechos de las parturientas, entre otros, a estar acompañadas por una persona que elijan en el momento de dar a luz. En 2006 se sancionó la Ley de Educación Sexual Integral, y se avanzó en la convocatoria a un equipo de reconocidas expertas para acordar los contenidos mínimos curriculares, que luego se aprobaron ya durante la gestión de CFK en el Consejo Federal de Educación y que deben llegar a las aulas. Se trata de un ambicioso programa, con perspectiva de género, que aborda la temática con una mirada amplia. Como parte de la misma política, este año el Ministerio de Educación de la Nación editó cuadernillos y láminas para que los docentes puedan trabajar con el alumnado: como ha dicho el ministro Alberto Sileoni, las prioridades son prevenir el VIH y otras infecciones de trasmisión sexual, la reducción del embarazo entre menores de 18 años y la eliminación del abuso intrafamiliar.
A comienzos de 2006, el gobierno de Kirchner convocó a Eva Giberti y desde entonces la reconocida especialista dirige el Programa Las Víctimas contra las Violencias: primero bajo la órbita del Ministerio del Interior y luego y hasta la actualidad, en el de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos. El Programa apunta a asistir a mujeres y niñas víctimas de distintos tipos de violencia, intrafamiliar y también sexual, con un abordaje novedoso, con brigadas móviles y equipos interdisciplinarios especializados que actúan en la emergencia. Aunque funciona sólo en la ciudad de Buenos Aires, ha tenido continuidad y desarrollado un modelo de atención inédito en el país.
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