“Vamos a hacer un debate público sobre la corporación de arquitectos y tendrán que admitirlo en la Justicia o deberán rebobinar y reconocer que nos han tratado en forma discriminatoria”, aseguró Juan Carlos Del Bello, rector organizador de la Universidad Nacional de Río Negro, sobre el conflicto que se desató entre la Federación Argentina de Entidades de Arquitectos (Fadea) y la UNRN, a partir del proyecto de construcción del Campus Bariloche. Sobre el total de la obra que, se estima, rondará los 25 millones de pesos, Fadea reclama un 2,5 por ciento en concepto de honorarios para aquellos profesionales que participen de la elaboración del proyecto ejecutivo y la confección del anteproyecto. “La discriminación la vemos en que Fadea reconoció a través de una carta a la universidad que en una obra del gobierno de Mauricio Macri llegaron ‘a un acuerdo privado’ y no cobraron ese honorario. La universidad es un organismo público y tiene, por lo menos, los mismos derechos que la ciudad de Buenos Aires”, explicó el rector.

El rechazo de Fadea a organizar el concurso por la oposición de la UNRN a aceptar el pago de 650 mil pesos disparó el entredicho. Desde la universidad adelantaron que, como forma de retribución, el ganador del concurso del anteproyecto arquitectónico accederá a 100 mil pesos en concepto de honorarios profesionales.

A su vez, Del Bello acusó a la Fadea de vaciar el concurso y que los arquitectos que se presentaron desistan de seguir adelante. “Pese a no rechazarlo, lanzan un boicot que está teniendo efecto porque varios de los candidatos se están bajando del certamen.” En caso de hacerlo, serán sancionados por el tribunal de ética y disciplina de cada jurisdicción. El rector argumentó que esa federación no organizó el concurso con el único fundamento de la defensa de “mezquinos intereses corporativos”. En tal sentido, “no accedimos a incluir una cláusula vinculante que obligue a entregar el proyecto ejecutivo de la obra”.

Del Bello explicó también que debido a problemas con su localización y ante rechazos de grupos ambientalistas decidieron hacer un llamado a concurso público organizado por la universidad. “Comenzamos a tener vínculos con el Colegio de Arquitectos de Río Negro, que pretendía organizar el concurso. Fue entonces cuando pensamos que ellos podían ser los auspiciantes e invitamos al colegio y, por su intermedio, a Fadea. En grandes líneas seguimos los reglamentos de esa federación”, dijo el rector.

Al mismo tiempo, admitió que la UNRN pretende hacer un uso eficiente de sus recursos. “La universidad no está dispuesta a pagar 650 mil pesos por un proyecto ejecutivo que puede hacer la misma universidad –aseguró Del Bello–. Además no podemos comprometer un presupuesto con el que no contamos, por lo pronto decidimos hacer un concurso solamente de anteproyectos.” A continuación lanzó un interrogante para la Federación de Arquitectos. “Nosotros le preguntamos por qué se niegan a auspiciar (el concurso) cuando en otros casos ya lo han hecho sin cláusula vinculante”, señaló. Según Del Bello, el ejemplo más grave se produjo en llamados a concurso entre el Gobierno de la Ciudad y Fadea. “Esto que nos hacen a nosotros no se lo hacen a Mauricio Macri, quien tendrá que dar explicaciones por los acuerdos privados con Fadea”, dijo.

Por último, el rector sostuvo que lleva cuatro meses de gestiones para la primera etapa de la construcción de la nueva sede. “Si perdemos el financiamiento del Ministerio de Planificación, queda comprometida la posibilidad de que la UNRN comience con la construcción del campus en el espacio más poblado que tiene la provincia”, admitió. La inscripción al concurso cerró con 50 arquitectos inscriptos. De los tres jurados, y a partir de las presiones de la federación, uno duda en continuar participando.