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El hombre que murió el 5 de enero pasado tras los incidentes en la estación de Constitución no habría fallecido de un piedrazo tirado por los manifestantes, sino a raíz de una pelea en un bar. El fiscal Pablo Recchini realizó una inspección ocular en un bar en el que Enrique Pizarro Araya, de nacionalidad chilena, estuvo antes de aparecer tirado en la calle con un fuerte golpe en la cabeza.

Durante la inspección, en la que participó una mujer que estuvo reunida con la víctima, un testigo también de origen chileno dijo que Pizarro Araya no murió al ser agredido por los manifestantes, sino por una pelea con otra persona que frecuenta el bar ubicado sobre la avenida Brasil. También un mozo del bar declaró que ese día la víctima estaba en la barra y se inició una discusión con otra persona, que luego siguió en la calle. Una vez allí, el presunto agresor le pegó una trompada a Pizarro Araya que provocó que cayera, y la cabeza le golpeara contra un cordón.

Esta versión coincide con los informes forenses que dan cuenta de que el hombre tenía un fuerte golpe en la cabeza producido al chocar contra una superficie dura.

La declaración de los testigos beneficiará la situación de los militantes del Partido Obrero investigados por los incidentes, ya que los libra de presuntas responsabilidades sobre la muerte de Pizarro Araya.

La primera versión que circuló sobre los hechos fue que el chileno cruzaba por el lugar para ir a su trabajo cuando quedó en medio de los incidentes y recibió un piedrazo en la cabeza. Otra versión fue que había sido agredido tras un robo. El rumbo que está tomando la investigación, finalmente, apunta sólo a una pelea de borrachos.