A las seis de la mañana la Policía Federal llegó en forma simultánea a la casa del ex comisario y empresario farmacéutico José Luis Salerno, en San Miguel, y a la de la directora del depósito de drogas del Hospital Posadas, Susana Yannaccio, en Ramos Mejía. En ambos lugares encontraron medicamentos adulterados y vencidos, a los que se sumaron otros cientos secuestrados en farmacias y en el propio centro de salud. Ambos, la mujer y el ex policía –que además fue socio de una de las víctimas del triple crimen de General Rodríguez– quedaron detenidos por orden del juez Norberto Oyarbide: Salerno, implicado en múltiples maniobras de comercialización con remedios truchos y robados que lo vinculan como proveedor, entre otros clientes, de la Obra Social Bancaria; Yannaccio, acusada de entregarle medicamentos vencidos sacados del depósito del Posadas para su venta posterior. Otras cinco personas fueron arrestadas.

Salerno fue socio de Damián Ferrón –cuyo cuerpo apareció con el de Sebastián Forza y Leopoldo Bina– en Pharma Group y estuvo detenido en la causa del tráfico de efedrina. En la época del triple crimen, en 2008, tenía el rango de inspector en la comisaría de Ciudad Evita, pero sus aparentes lazos con el comercio ilegal de medicamentos determinaron su expulsión. A través de Pharma Group, señalaron allegados al caso a Página/12, le proveía oxicodona adulterada (una droga usada en pacientes oncológicos) a la obra social de La Bancaria, cuyo titular, Juan José Zanola, es uno de los principales detenidos por la llamada “mafia de los medicamentos”. Según establecieron, el juzgado de Oyarbide y la Policía Federal, Salerno siguió vinculado con el comercio de remedios truchos por medio de dos droguerías: Tecnopharma, de la que es titular, y Rivera, en la que aparece como socio. Como había perdido crédito en el circuito, Salerno había empezado a explotar un nuevo negocio: la venta de anfetaminas, anabólicos y suplementos dietarios. “Salerno seguramente sabe mucho y tiene gran responsabilidad”, dijo la ex ministra de Salud Graciela Ocaña, quien hizo las denuncias que marcaron la causa.

En la decena de allanamientos de ayer, la policía encontró productos adelgazantes en plena elaboración, en la farmacia Sigmafit (en Juan B. Justo 3483) que no estaba habilitada para ese fin, cuyos dueños también quedaron presos. En el Hospital Posadas, de Haedo, fueron incautadas del depósito drogas vencidas y que vencían ayer mismo, como Ibuprofeno líquido. Con escuchas telefónicas el juzgado determinó que la jefa del depósito, Yannaccio, habría sido quien le entregaba a Salerno los remedios del Posadas que ya no servían, para su posterior introducción en el mercado. En la casa de la mujer hallaron anestésicos vencidos que cuestan alrededor de 1500 pesos por dosis.

Parte del material secuestrado fue exhibido en conferencia de prensa por Oyarbide, quien aludió al posible vínculo de la causa de los medicamentos con el crimen del sindicalista Roberto Martínez (ver aparte). Había cajas y cajas de Heparina (anticoagulante), Diazepam (ansiolítico), Pramipexol (para el Parkinson), productos adelgazantes, entre muchos otros. También había un permiso de estacionamiento del Ministerio de Desarrollo Social a nombre de Salerno. Entre los demás detenidos figuran su secretaria, Elena Biancovich, tres hombres de droguerías que trabajaban con Salerno y un posible intermediario con dependencias oficiales. Serán indagados desde hoy.