El gobierno de Santa Cruz y los gremios docentes fracasaron una vez más en el intento de acordar una solución al conflicto salarial, que ya lleva 49 días. La gobernación de Daniel Peralta exigió que los maestros acaten la conciliación obligatoria, pero los gremios se opusieron. “No hubo ningún ofrecimiento de parte de las autoridades, así que sostendremos la negativa a la conciliación obligatoria y el paro”, aseguró a Página/12 el secretario administrativo de la Asociación Docente de Santa Cruz (Adosac), Walter Grilli.

El gobernador Peralta había calificado como “un puente de plata” el fallo de la Cámara de Apelaciones que empujaba a los gremios Adosac y AMET a sentarse a dialogar hasta encontrar una salida al conflicto. “Es necesario recuperar el marco institucional a través del diálogo y el acuerdo para que los chicos vuelvan a tener clases”, dijo.

El sábado, la Cámara respondió negativamente a la apelación presentada por los gremios en contra de la decisión de la Justicia, tras un pedido del Estado provincial, de participar de una conciliación obligatoria para encauzar las negociaciones. En segunda instancia, la Justicia intimó a los gremios docentes a levantar la medida de fuerza, impuso una multa de mil pesos por día de paro tras su decisión y los empujó a acatar la orden de conciliación obligatoria.

En tanto, los docentes suspendieron los cortes de ruta en el norte de la provincia donde se encuentran varios yacimientos petroleros. No obstante, la decisión parece haber llegado tarde para algunas empresas, que aducen haber sufrido perjuicios económicos. El gobierno estimó que Santa Cruz dejó de percibir unos 200 millones de pesos en concepto de regalías, por los cortes. En ese contexto, directivos de la empresa petrolera Sinopec Argentina difundieron las consecuencias: “Estamos forzados a interrumpir totalmente nuestra producción a raíz de los conflictos que impiden el transporte y despacho de petróleo”. El acceso de la planta que opera la compañía en Cañadón Seco estaba cortado por docentes. Según la empresa, la interrupción de la producción “afectará directamente el trabajo de casi cuatro mil empleados”.