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El oscuro caso Piazza se está haciendo cada vez más oscuro y ya hay una fuerte polémica entre los que creen que al comisario lo mataron en el marco de un robo de su auto y los que sostienen que se trata de un crimen mafioso en el que se percibe la mano policial. Estas son las principales preguntas del caso:

1 ¿Es cierto que la Policía Bonaerense sostiene la postura de que al comisario retirado Jorge Piazza lo mataron al robarle el auto?
Sí. Públicamente los investigadores de la Bonaerense sostienen que están detrás de una banda de ladrones de autos, que trataron de robarle a Piazza su Gol ‘93 y como vieron que era policía lo fusilaron. En privado, buena parte de los investigadores admiten que, al menos por ahora, la hipótesis del robo no les cierra del todo.

2 ¿Existen elementos para pensar que lo de Piazza fue un crimen mafioso?
Sí. Ahora aparecieron las primeras evidencias de la forma en que lo secuestraron. Fue a dos cuadras del supermercado Auchán de Quilmes y lo capturaron en un operativo en el que participaron dos o tres autos y unos cinco o seis hombres. Semejantes movimientos no se condicen con el robo de un auto que vale unos 400 pesos en el mercado del robado y que portaba un equipo de gas que en el submundo se vende a 120 pesos. Lo que más impresiona es que a Piazza lo llevaron después a 50 cuadras del lugar del secuestro, lo metieron en un pajonal inaccesible, lo obligaron a arrodillarse y le pegaron un tiro en la nuca. Aunque hay antecedentes de matar a policías en un robo, eso suele ocurrir cuando están armados. Piazza no tenía arma, sólo una credencial de retirado.

3 ¿Es cierto que hay un detenido?
Sí, es cierto que hay un detenido. La pista surgió a partir de la última llamada que hizo Piazza a un cliente. Se detectó que llamó desde el supermercado Auchán de Quilmes. Secuestrados los videos de seguridad del lugar, se ve a Piazza entrando al locutorio del supermercado y antes de estacionar y al salir se percibe que hay dos vehículos que lo siguen: un Ford Escort y una camioneta Trafic. La Bonaerense recorrió las inmediaciones del supermercado durante la semana pasada y encontró a tres personas que vieron el momento del secuestro. Dicen que en la avenida Calchaquí el Escort chocó de atrás al Gol de Piazza y cuando el comisario se bajó a discutir lo encañonaron y lo metieron a empujones dentro de la Trafic. Según la policía, la camioneta Trafic fue detectada en La Plata y detuvieron al conductor: un hombre llamado Sergio Sartirani.

4 ¿El detenido está verdaderamente relacionado con el caso?
La Policía dice que sí, pero no parece muy creíble. Los investigadores aducen que la camioneta es la misma que salió del Auchán y es también la que identificaron los testigos del secuestro. Tiene como elementos distintivos unas ventanas hechas especialmente, que le falta una parte del polarizado, cuenta con algunas calcomanías y, como es obvio, es la misma patente del vehículo que se ve en los videos de seguridad del Auchán. El padre de Sergio Sartirani, Héctor, dialogó con Página/12 y sostuvo que “por supuesto que es la camioneta que se ve salir del Auchán, porque yo era el que la manejaba ese día y fui a comprar asado. Pero esa camioneta siguió en mi poder todo ese atardecer y de ninguna manera se usó para ningún secuestro. Además, a quién se le ocurre que en semejante operación en que se secuestra y después se mata a un policía se va a usar una camioneta que no es robada y que está a nombre propio”, alegó el padre del detenido. Ante este argumento, los investigadores policiales admiten que no tienen respuesta: “Sí, es raro, no hay explicación”. Según la Bonaerense, Sergio Sartirani tiene antecedentes de robo, algo que la familia niega rotundamente.

5 Ahora que se sabe dónde y cómo fue el secuestro, ¿surge alguna conclusión nueva?
Sí. La operación hecha en una de las avenidas más transitadas del Gran Buenos Aires, la avenida Calchaquí, a plena luz del día, llama la atención. En primer lugar, porque sugiere que los secuestradores o bien eran locos –la Policía habla de “faloperos”– o se sentían impunes, o sea con protección policial. Esto pone sobre el tapete nuevamente que existen fuertes rumores de que en el secuestro de Piazza y su posterior asesinato con un tiro en la nuca hubo una mano policial. Nadie conoce los motivos ni existen por ahora explicaciones, pero este diario recogió varias veces la versión de que detrás del crimen hay una historia sórdida en la que aparecen uniformados: algo parecido a lo que ocurrió con José Luis Cabezas. La Bonaerense niega estos rumores e insiste en que se trata de una banda de ladrones de autos. En la Justicia se dice que también podría ser una venganza de ex presos, supuestamente enviados a prisión por el comisario ya retirado. Por ahora, hasta los propios investigadores admiten que el caso se parece muy poco a un robo común: demasiada gente actuando, demasiados autos, un abordaje en plena vía pública y el recorrido de 50 cuadras para fusilar al comisario. Todo ello para robar un auto del ‘93 que se consigue violando una cerradura de un auto estacionado a la noche en casi cualquier lugar del país, atracando a alguien que entra en una casa o a cualquiera que frena en un semáforo.