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Con una ceremonia al más puro estilo radical, el gobernador del Chaco, Angel Rozas, reasumió ayer la presidencia de la UCR. Ante un auditorio compuesto por las luminarias del partido –Raúl Alfonsín, el rionegrino Pablo Verani, los jefes legislativos, Horacio Pernasetti y Carlos Maestro, entre otros–, Rozas instó a los “correligionarios” a apoyar la fórmula de Leopoldo Moreau y Mario Losada. “No comparto las expresiones de algunos dirigentes y militantes de nuestro partido que dicen que la fórmula Moreau-Losada no es la opción. Sí, señor, lo es”, exhortó Rozas ante la mirada atenta de Alfonsín. Justamente, el ex presidente fue la estrella de la jornada a pesar de que no profirió ningún discurso. Le alcanzó con una breve declaración hecha ante los periodistas: “Que se vayan cuanto antes de la UCR los que votan a López Murphy o a Carrió”, ordenó, amenazante.
La declaración de Alfonsín coincidió perfectamente con su rol de jefe indiscutido del partido centenario. Aunque no se subió al escenario ni habló ante la multitud, el ex mandatario fue tratado como el verdadero conductor del radicalismo. “Un beso a Raúl y, como yo le digo siempre, acá puede haber muchos presidentes, pero hay un solo jefe”, dijo Verani al cierre del acto en el comité nacional de la UCR. El comentario fue muy festejado por los presentes, quienes respondieron con una ovación para su histórico líder. Alfonsín aprovechó la ocasión para motivar a sus correligionarios: pronosticó que el binomio Moreau-Losada competirá en el ballottage y dijo que esos candidatos “parten de un piso de 15 por ciento”. La reasunción de Rozas como presidente del partido funcionó también como una excusa para relanzar la campaña. Las autoridades de la UCR anticiparon ayer los próximos compromisos de la gira proselitista de Moreau. Esta semana recorrerá el interior del país y hacia la segunda semana de abril hará un cierre de campaña en el estadio Luna Park. Previamente, encabezará un acto en Moreno junto a Federico Storani. Los allegados del “Marciano” Moreau esperan que estos compromisos signifiquen un retorno a la masividad de los actos radicales. Así pretenden demostrar que el partido no está en crisis ni tampoco moribundo. “No es éste un partido en vías de desaparición –aseguró Rozas durante el acto–. Desde que nacimos nos vienen matando, pero se van a llevar una sorpresa el 27 de abril en las urnas.”
Sólo dos discursos se escucharon ayer en el comité nacional de la UCR,: primero el de Verani y luego el de Rozas. El rionegrino elogió a su colega chaqueño y lo presentó luego de reclamar su retorno a la presidencia del partido. “Han desaparecido las causas de su renuncia”, argumentó Verani en referencia a la escandalosa elección interna del 15 de diciembre, cuando Moreau y su rival, Rodolfo Terragno, se cruzaron agrias denuncias de fraude. La situación se solucionó en febrero, con las elecciones complementarias que le dieron la victoria a la fórmula de Moreau. Ayer, Rozas instó a sus correligionarios a “trabajar sin desmayo” para consolidar la fórmula Moreau-Losada.
El regreso del chaqueño Rozas permitió que los radicales se ilusionaran con el retorno de su partido a las grandes ligas. Todos los oradores destacaron que la UCR sigue viva, mientras que el verdadero jefe se encargó de amenazar con la expulsión a los correligionarios que osen votar a los otros dos candidatos que provienen del radicalismo, Elisa Carrió y Ricardo López Murphy. Lo que los “correligionarios” quieren transmitir se resume en una legendaria frase de la literatura española citada ayer por Verani: “Los muertos que vos matáis gozan de buena salud.”