El ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, remarcó ayer que la Asociación Madres de Plaza de Mayo sufrió una “defraudación” por parte del ex apoderado de la Fundación, Sergio Schoklender, y destacó que las Madres “son intocables”. Los subsecretarios de Obras Públicas, Abel Fatala, y de Vivienda, Luis Bontempo, se excusaron de asistir a la Comisión de Asuntos Constitucionales de la Cámara de Diputados para informar cómo se controlaban los recursos que enviaba el Estado a la Fundación para la construcción de viviendas populares.

Ayer, un grupo de ex trabajadores de la misión Sueños Compartidos reclamó por salarios adeudados ante la habitual ronda de las Madres. En ese contexto, Hebe de Bonafini, titular de la Asociación, criticó a Schoklender y a los medios opositores. “El miércoles los Duhalde y los Schoklender tiran mierda, provocan, hacen que ellos, los que están del lado de los asesinos y torturadores, saquen cualquier cosa contra las Madres. Y sacan y ponen, La Nación, Clarín y Ambito y se regodean y dicen y hablan mentiras y nos denuncian, para que el jueves vengan cuatro pelotudos a reclamarnos una plata que no tenemos”, renegó. “Que si no pagamos es porque no tenemos, no porque somos unas turras que nos quedamos con la plata”, agregó.

De Vido, en tanto, aseguró que se concluirán las viviendas comprometidas por la Fundación y destacó que las Madres “son intocables, no se pueden manchar”. “Lo que pasó es muy triste, lamentable, ha habido defraudación del apoderado hacia la entidad”, explicó el ministro, y señaló que el secretario de Obras Públicas, José López, “le cortó el pedal” a Schoklender, quien luego sugirió que le había pedido coimas. Más allá de las irregularidades que investiga la Justicia, De Vido aseguró que “a través de las jurisdicciones (provincias y municipios) que contrataron el programa Sueños Compartidos vamos a concluir las obras que están comprometidas con los saldos restantes que están contratados”.

También ayer, pero en el Congreso, la diputada duhaldista Graciela Camaño se quedó con las ganas de interrogar a Fatala y Bontempo, quienes poco antes de la hora de la convocatoria le informaron que no irían. La Comisión de Asuntos Constitucionales había invitado antes a De Vido, a López y a la escribana Marta Cascales, esposa del secretario de Comercio, Guillermo Moreno.