Un ceibo, la flor nacional argentina, plantado en el Monte Gianicolo, en Roma, por el propio canciller Héctor Timerman, buscó simbolizar la nueva etapa de las relaciones argentino-italianas, relanzadas en junio pasado en el encuentro que Cristina Kirchner y Silvio Berlusconi mantuvieron en ocasión de los festejos por el 150º aniversario de la Unidad de Italia. Timerman se reunió con su par Franco Frattini y acordaron que ambos gobiernos coordinarán acciones de cara a la reunión del G-20 del mes que viene. “La relación está en el punto más alto de los últimos diez años”, aseguró el canciller argentino.

Timerman está en Roma para participar, hoy y mañana, de la Conferencia Italia-América Latina y el Caribe, organizada por el gobierno de Berlusconi. Como previa, mantuvo el encuentro con su par italiano, del que se llevó un buen tramo la cumbre de presidentes del G-20 de Cannes. Frattini informó a Timerman que el año que viene varias empresas italianas tienen previstas inversiones en Argentina. “Venimos a mostrar la nueva América latina, una región que está creciendo, se desarrolla, que se está uniendo. El diálogo con Europa debe partir ahora desde otro lugar”, comentó luego el canciller.