Lunes, 17 de octubre de 2011 | Hoy
EL PAíS › EL JUICIO POR LOS DELITOS EN LA ESMA SE EXTENDERá AL MENOS HASTA LA PRóXIMA SEMANA
Las audiencias seguirán este miércoles. El tribunal evalúa limitar el tiempo para las expresiones de cada acusado.
Por Alejandra Dandan
El juicio por los crímenes perpetrados en la ESMA seguirá el próximo miércoles. El debate entró en la etapa final y para ese día se esperan las “últimas palabras” de Antonio Pernías, alias “Rata” o “Trueno”. Y de Alberto González, alias “Gato”. Si todo sigue como hasta ahora, las audiencias continuarán una semana más y, finalmente, la sentencia no se conocerá el viernes 21. De acuerdo con los cálculos del Tribunal Oral Federal 5, podría llegar a conocerse entre el miércoles 26 y el viernes 28. La decisión parece atada a la complejidad de un proceso judicial de dos años con 18 acusados y 86 víctimas, explican cerca del Tribunal, y no a las especulaciones electorales, como sostiene la estrategia que los represores vienen instalando en las últimas audiencias como argumento de defensa. Del tiempo de las llamadas “últimas palabras” dependerá finalmente el último tramo. Y de los límites que vaya marcando el Tribunal.
Las próximas audiencias están previstas para miércoles, jueves y viernes, y otra para el lunes 24. Esos datos se convierten en verdaderas noticias en un juicio con las características de la ESMA. La programación de las fechas está diciendo que el debate continúa y que se cristaliza un final. Hasta entonces, el Tribunal presidido por Daniel Obligado deberá zanjar sólo las cuestiones referidas a las “últimas palabras”, un proceso que en cualquier otro contexto no merecería especulaciones y sería una instancia más. En el contexto de la causa ESMA son fichas de un partido de ajedrez.
Ninguna de las querellas niega que “las últimas palabras” sean un derecho esencial de los acusados. El problema en ESMA es cómo se utilizan esas “últimas palabras” porque los acusados suelen hablar demasiado. Jorge “El Tigre” Acosta, jefe operativo de la ESMA, pidió hablar en último término. La última vez que habló, en la ampliación de la indagatoria, habló tres días seguidos y el último lo hizo hasta las diez y media de la noche. En ese mismo tramo, Ricardo Cavallo habló dos días, en los que leyó tramos de un libro escrito por él mismo que ya había leído el año pasado. Miguel Adolfo Donda también hablo dos días, aunque su caso en realidad sirve para entender lo que puede hacer el Tribunal, porque la semana pasada ya pronunció sus últimas palabras y dedicó menos de dos horas, el tiempo que el tribunal está evaluando fijar como máximo para cada acusado. En la etapa de las indagatorias, sin embargo, el Tribunal no los cortó. De eso se quejó alguna de las querellas. Los acusados hablaron todo el tiempo que quisieron. El Tribunal dice que fue así porque como jueces optaron por un “criterio amplio”: así como dieron la palabra a todos los testigos, consideraron que también debían hacerlo con los acusados. Pero ahora el debate terminó, terminó el tiempo de indagatorias y de alegatos: ¿los acusados pueden volver a hablar?
Para la fiscalía de Pablo Ouviña y Mirna Goransky, “habría que plantearlo por la negativa. Las últimas palabras son eso, no son alegatos porque ya estuvieron en manos de los defensores, ni indagatorias: es el momento de decir las últimas palabras, es un cierre antes que los jueces se reúnan a decidir la sentencia”.
La causa por el tráfico ilegal de armas a Ecuador y Croacia también tuvo 18 imputados. Y las “últimas palabras” llevaron un mes, un dato que haría saltar por los aires el calendario de ESMA, pero mirado en detalle se desvanece: hubo días perdidos porque los jueces convocaron sólo a imputados que habían anticipado que no iban a hablar. Pero hay otras referencias. El año pasado Jorge Videla habló 50 minutos en el juicio de Córdoba. Y en la causa por el plan sistemático de apropiación de bebés se buscó ponerle límites al Tigre Acosta.
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