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El dirigente de la Federación Tierra y Vivienda (FTV) Luis D’Elía fue condenado a cuatro días de prisión en suspenso por pegarle al productor agropecuario y asambleísta entrerriano Alejandro Gahan en el 2008, cuando al calor del conflicto por la resolución 125, se cruzaron, a la altura del Obelisco, los manifestantes que caceroleaban a favor de los ruralistas y los que defendían al Gobierno. Si bien no será encarcelado, D’Elía apelará el fallo. “No queremos que quede el precedente de esta condena”, explicó. El dirigente social reiteró la hipótesis de que el 25 de marzo se produjo un intento de golpe civil y adelantó que presentará una denuncia por sedición contra la procesista Cecilia Pando, el presidente de la Sociedad Rural Argentina, Hugo Biolcati, y el multimedio Clarín.

La resolución fue dictada por la jueza en lo Correccional Patricia Guichandut ante la denuncia formulada por Gahan. Al tratarse de una sentencia en suspenso, D’Elía no irá a la cárcel. El veredicto coincidió con el pedido del fiscal Edgardo Orfina, quien solicitó ese castigo, que es la pena mínima que le corresponde al delito de “lesiones en riña”. La querella había pedido un mes de prisión en suspenso. “Los fundamentos no los conocemos. Van a ser brindados el 17 de noviembre, pero ya adelantamos que vamos a recurrir esta decisión”, comentó el abogado de D’Elía, Adrián Albor, luego de la lectura del fallo. En el recurso ante Casación, pedirán que se llame a declarar a la Presidenta, debido a declaraciones sobre el conflicto por la resolución 125, que aparecen en el libro de la columnista de Página/12 Sandra Russo. “Me quisieron destituir”, afirmó sobre los cortes de ruta y los cacerolazos realizados en 2008. D’Elía pidió que la convocaran durante el juicio, pero la jueza no hizo lugar al pedido. “Ella tiene la prerrogativa constitucional de contestar por escrito”, explicó D’Elía.

Tanto Albor como D’Elía remarcaron que el contexto en el que se dio ese hecho fue desestabilizador. “Ese día salimos a la calle para defender la democracia, se había armado una protesta destituyente impulsada por las corporaciones”, dijo el piquetero en sus últimas palabras antes de la sentencia. “Al igual que lo que es una legítima defensa, acá ha operado una causa de justificación que es el cumplimiento de un deber: el que le imponía a D’Elía –en tanto ciudadano argentino– la Constitución, que es proteger la democracia”, afirmó Albor. El dirigente anunció que presentarán una denuncia por sedición contra Pando, Biolcati y el multimedio Clarín. “Se formuló un intento de golpe de las corporaciones del que participaron, en principio, Pando en la Plaza de Mayo con su gente, el grupo Clarín convocando a la Plaza en cadena, y Biolcati llamando a la gente a los cortes de ruta y tirando el nombre de Cobos como sucesor de la Presidenta”, explicó el piquetero. “No tenemos ninguna duda de que lo que estaba pasando ese día fue un golpe de Estado y D’Elía me ha instruido para formular una denuncia para que se investigue el posible delito de sedición, que no estaría prescripto aún, para que se investiguen los hechos de ese día”, adelantó Albor.

Antes de que se conociera el fallo, el abogado afirmó que percibía que las relaciones entre D’Elía y Gahan habían mejorado sensiblemente: “He visto una reconciliación. Se produjo una comunión, yo vislumbro una amistad que se está gestando y no descarto que en el futuro puedan hacer cosas juntos”, dijo.

Durante el juicio se tuvieron en cuenta las imágenes captadas por los noticieros. Allí se observa la secuencia en la cual D’Elía, vestido con una camisa negra, pasa por al lado del Obelisco en dirección a Diagonal Norte respondiendo las preguntas de los periodistas, mientras que Gahan, vestido con una camisa clara, camina a su lado y le habla en un tono de voz que los micrófonos no llegan a captar. Otro hombre interrumpe a D’Elía y lo increpa: “¿Qué hacés acá?”. “No empieces a provocar”, le dice el dirigente social, a lo que Gahan le responde, esta vez en voz alta: “¡Ustedes vinieron acá, mercenarios!”. “Está probado que Gahan me insultó, pero para él no hay ninguna pena”, remarcó D’Elía.

Informe: Sol Prieto.