El ex dirigente gremial de la Asociación del Personal Aeronáutico (APA) y diputado de Nuevo Encuentro, Ariel Basteiro, atribuyó a “connotaciones políticas” el conflicto en Aerolíneas Argentinas (AA) que paralizó el servicio. Basteiro le apuntó a Ricardo Cirielli –secretario general de la Asociación del Personal Técnico Aeronáutico (APTA)–, quien “se fue mal del gobierno”, se encolumnó con la CGT Azul y Blanca que conduce el gastronómico Luis Barrionuevo, y “trabajó en las campañas electorales de Francisco de Narváez y del duhaldismo”. Aseguró que Cirielli dividió a los controladores como a su propio gremio, que pretendió “nombrar gerentes de su confianza” en AA y que tiene vínculos con sectores privados interesados en la compañía aérea de bandera. “En el ámbito aeronáutico siempre se dice que Cirielli es una persona muy cercana a (Eduardo) Eurnekian (dueño de Aeropuertos Argentina 2000, que controla las principales terminales aéreas del país)”, afirmó.

–¿Por qué dijo que hay connotaciones políticas en el conflicto entre uno de los gremios aeronáuticos y Aerolíneas Argentinas?

–Esta postura está vinculada con cómo se dio el conflicto, que pone blanco sobre negro la situación. Si no hay reclamo salarial o convencional, ni hay una situación en la empresa de achicamiento que ponga en peligro las fuentes de trabajo, ¿cuáles son los motivos para un conflicto? Por eso digo que las motivaciones son políticas.

–Desde la AA y el Gobierno le apuntan a Cirielli por el conflicto. ¿Usted también se refiere a él cuando habla de connotaciones políticas?

–Está claro que Cirielli se fue muy mal del gobierno. Incluso se acuarteló en su oficina porque no quería dejar el cargo que le habían asignado. Argumentaba que su salida era porque se había enfrentado a Ricardo Jaime (ex secretario de Transporte), cuando no es verdad, sólo empezó a cuestionarlo dos meses antes de las elecciones. En paralelo, el grupo que responde a Luis Barrionuevo rompe con Hugo Moyano y forma la CGT Azul y Blanca. Uno de los pocos gremios que sigue a Barrionuevo es Cirielli. Luego colaboró en la campaña electoral de De Narváez en 2009 y ahora con el duhaldismo y la esposa de Barrionuevo, Graciela Camaño.

–El conflicto habría surgido entre los controladores aéreos y AA, y Cirielli es el representante gremial de un sector de los controladores.

–La mayoría de los controladores tiene su propio gremio, que no es el Cirielli. Incluso, la mitad de su gremio no comparte su giro ideológico y político de 180 grados y ya no le responde. Hay una parte de la conducción de APTA que funciona en la oficina del sindicato de pilotos, porque la seguridad que le brinda Barrionuevo a Cirielli no los deja ingresar a la sede de su propio gremio, del que forman parte y dirigen.

–Cirielli también cuestionó la administración de Aerolíneas.

–También ha querido nombrar a gerentes de su confianza en el área de mantenimiento y desde la compañía le han dicho que ellos son quienes la administran. Ese es otro de los motivos de la confrontación personal y política con la conducción de AA.

–¿Coincide con la opinión de sectores vinculados a los gremios aeronáuticos que relacionan a Cirielli con grupos privados con interés en Aerolíneas?

–Cirielli siempre insiste, o se le escapa, en el deseo de que los privados participen en AA. Afirma que si el Estado no puede invertir en la compañía que lo hagan los “sectores privados argentinos”, en esos términos. En el ámbito aeronáutico siempre se dice que Cirielli es una persona muy cercana a Eurnekian.

–¿Está de acuerdo con que los controladores aéreos pasen nuevamente a depender de la Fuerza Aérea?

–Es una lástima. Lo entiendo porque el conflicto se dio en ese sector, pero espero que sea temporal. Lo ideal es que el control del tránsito aéreo vuelva a depender de la ANAC (Administración Nacional de la Aviación Civil).