Martes, 22 de noviembre de 2011 | Hoy
EL PAíS › AL INAUGURAR UNA PLANTA DE MOTORES DE LA AUTOMOTRIZ FORD, LA PRESIDENTA DEFENDIó EL MODELO ECONóMICO
Desde el partido de Tigre, Cristina Fernández de Kirchner anunció también por videoconferencia el funcionamiento de dos radares en Formosa y Misiones. La Presidenta insistió en que “sacarles a los que menos tienen es un mecanismo que no va más”.
“En momentos de crisis, donde se necesita mantener el crecimiento, sacarles a los que menos tienen para darles a los que tienen más es un mecanismo que no va más, y no puede ir más en ninguna parte del mundo”, reflexionó la presidenta Cristina Fernández de Kirchner durante el acto de inauguración de un planta de fabricación de motores de la automotriz Ford, en el partido bonaerense de Tigre, desde donde además puso en funcionamiento –vía teleconferencia– dos nuevos radares de control aéreo para Formosa y Misiones. Así, insistió en los tópicos que, sostiene, permitirán seguir “construyendo esta Argentina que no quiere y no va a volver al pasado” y resaltó la “importancia” de haber verificado durante su participación en el G-20 que el Gobierno estaba en lo cierto cuando postuló que, para hacer frente a las crisis, es necesario fortalecer el mercado interno.
“Una de las claves es que los sectores más vulnerables tengan acceso a los servicios básicos. Son los que mantienen la fuerza de la actividad de la economía; ahí está la clave”, insistió CFK al remarcar que la prioridad de este gobierno son “el trabajo y la producción de valor agregado”. Durante el acto estuvo acompañada por la ministra de Industria, Débora Giorgi; el gobernador bonaerense, Daniel Scioli; el intendente de Tigre, Sergio Massa; y el presidente de Ford Argentina, Enrique Alemañy, entre otros dirigentes. Un rato más temprano, a través de una videoconferencia, Cristina mantuvo diálogos con el gobernador de Formosa, Gildo Insfrán; el ministro de Defensa, Arturo Puricelli; la vicegobernadora de Misiones, Sandra Giménez, y ministros, funcionarios e intendentes de ambas provincias, con motivo de la inauguración de dos radares de monitoreo del espacio aéreo, uno que funcionará en el aeródromo formoseño y otro en el aeropuerto internacional de Posadas.
“Dios quiera que se ilumine la mente de los que tienen mucho poder y encuentren una solución a esta crisis”, continuó CFK, siguiendo con su análisis de la crisis económica y financiera que sacude al Hemisferio Norte y no parece dar señales de remitir, y trasladando la comparación al ámbito local. “Apelo a la responsabilidad de los empresarios, de los dirigentes sindicales y del Estado en poder articular esos intereses y ver en qué mundo nos encontramos –fue al grano–. Les pido a todos muchísima responsabilidad para cuidar esto que hemos logrado.”
En ese sentido, la mandataria recordó lo que sucedió durante la primera etapa de la crisis, ante la caída de la economía norteamericana, y reivindicó el “trabajo codo a codo” realizado en el 2008 y el 2009 entre “sindicatos, empresas y Estado para evitar telegramas de despido”, con la idea de que “no se rompiera el vínculo de trabajo”, que siempre fue una de las prioridades de su gobierno y del de Néstor Kirchner. La clave, sostuvo, es dar impulso a “esa rueda virtuosa que favorece el mercado interno”, que a su vez se refuerza con decisiones como la Asignación Universal por Hijo y la modificación del sistema jubilatorio.
Para sostener esta política, la Presidenta pidió finalmente a las empresas automovilísticas, uno de los rubros que más crecieron durante los últimos ocho años, “equilibrar esa balanza de importación de piezas y exportación de autos para lograr un equilibrio que beneficie a todos”. Cristina, con ese fin, defendió el desarrollo de las pequeñas y medianas empresas que se dedican a la producción de autopartes, pronosticó que se alcanzará en Argentina una “integración no menor al 40 por ciento de las partes” fabricadas y juzgó que “la logística va a ser clave en la competitividad de las automotrices”.
La presidenta Cristina Kirchner junto a la ministra de Industria, Débora Giorgi, recibió ayer a directivos de la firma sueca Scania, quienes le informaron que harán una inversión de 40 millones de dólares en su planta de cajas de transmisión para camiones, en Tucumán. De esta manera, la empresa incrementará en un 50 por ciento su capacidad de producción y sus exportaciones y generará 50 nuevos puestos de trabajo. La firma se comprometió también a reinvertir en el país las utilidades generadas durante este año y el próximo. De la audiencia participaron el gobernador de Tucumán, José Alperovich; el presidente de Scania Argentina, Luis Ramírez Rojas, y el director general de la empresa, José Antonio Mannucci. “No es casualidad que las empresas reinviertan en el país, ya que tenemos una economía en crecimiento y que ofrece certezas”, sostuvo Giorgi.
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