El juez subrogante de Jujuy Carlos Olivera Pastor renunció ayer a su cargo. El hombre, señalado como uno de los varios exponentes de la complicidad de la Justicia con el terrorismo de Estado durante la última dictadura, era criticado por organismos de derechos humanos de la provincia por haber frenado las causas en las que se investigan delitos de lesa humanidad. A mediados de este mes, lo había denunciado la Procuración General de la Nación. “La existencia de una única causa elevada a juicio oral, cuando existen desde hace años requerimientos de fiscales con relación a la participación de, al menos 70 imputados en los casos de 158 víctimas, revela la irritante inacción del juzgado a cargo del juez Olivera Pastor o, lo que es peor, una deliberada obstrucción al avance de los procesos”, denunció la Procuración en su último informe.