“Vamos a seguir todos los pasos formales, pero no puede haber congreso para renovar a las autoridades de la central obrera si no se han cumplido con todas las normas estatutarias”, aseguró ayer el secretario general del sindicato de Sanidad, Carlos West Ocampo, anticipando una inminente presentación da la impugnación del congreso para elegir a autoridades de la CGT el 12 de julio. El antimoyanismo se reunirá nuevamente hoy en la sede de UPCN, para perfilar el texto de la carta documento que enviarán al Ministerio de Trabajo y para evaluar los próximos pasos.

La mesa chica del antimoyanismo volverá a tomar la iniciativa a partir de esta semana. Dirigentes de los Gordos, los independientes, el sector de Luis Barrionuevo y los no alineados empujarán la impugnación formal ante la cartera laboral. West Ocampo anticipó que considera que no se puede realizar un congreso para elegir autoridades “si no se respetaron las formas establecidas en el estatuto” de la central obrera, por ello la presentación dejará de ser una amenaza aunque “previamente lo impugnamos en la CGT”, recordó el gremialista. En el sector de los Gordos señalaron que “existe la posibilidad de que de la reunión de mañana se trate efectivamente una convocatoria a un confederal y un congreso propios”.

La disputa en la CGT entre los seguidores del actual secretario general, Hugo Moyano, quien se presentará para renovar un nuevo mandato al frente de la central obrera y quienes se oponen a que continúe en la cima de la CGT se profundiza día a día. En un principio ambos espacios gremiales pugnaron por la unidad y la posibilidad de consensuar una lista propia. Los antimoyanistas empujaron la candidatura del metalúrgico Antonio Caló e intentaron que el camionero declinara su postulación para confluir en un espacio común, pero Moyano cada vez mostró mayor dureza y confrontación asentando sus pretensiones reeleccionistas.

En una reunión del Consejo Directivo de la CGT a la que no asistieron los opositores, el moyanismo lanzó la convocatoria al Comité Central Confederal que sesionó la semana pasada. Esa reunión es la que objetan los opositores al entender que “no tuvo el quórum necesario”, por la que enviaron una impugnación política al seno de la mesa de conducción de la central obrera y que llevarán al Ministerio de Trabajo. La viceministra Noemí Rial ya anticipó que la cartera está facultada para intervenir en caso de comprobarse las irregularidades.

La reunión de los opositores será en la sede de la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN) que conduce Andrés Rodríguez, integrante del grupo de los Independientes. El mercantil Armando Cavalieri, el lucifuercista Oscar Lescano; West Ocampo, de Sanidad; el gastronómico Luis Barrionuevo; el taxista Omar Viviani y Horacio Ghilini, de docentes particulares, participarán de la reunión. Además asistirán Caló, el titular del gremio de Obras Sanitarias, José Luis Lingeri, el dirigente de la Unión Tranviaria Automotor (UTA) Roberto Fernández, Alberto Roberti del sindicato de los trabajadores del Petróleo y representantes de Gerardo Martínez de la Uocra –está en Ginebra en la reunión de la OIT– y del mecánico Ricardo Pignanelli, quien se encuentra de viaje por Japón.

En la reunión también debatirán la propuesta de Barrionuevo –se encuentra por fuera de la central obrera–, que impulsa una conducción tripartita de la CGT. Esa modalidad se utilizó en 2003 cuando la central obrera se unificó aceptando el reingreso de Moyano, que había partido de la CGT por su oposición al apoyo que la conducción de la CGT mantuvo al gobierno de Carlos Menem. Moyano, Lingeri y Susana Rueda, dirigente de Sanidad, compartieron durante un año la conducción hasta que finalmente Moyano se quedó con la secretaría general un año más tarde. El triunvirato no convence a la mayoría de los antimoyanistas que prefieren que se mantenga el esquema actual de un Consejo Directivo de 35 miembros que funcione colegiadamente. Este sector es el que sostiene con firmeza la candidatura de Caló.

En los últimos días, la guerra verbal no tuvo respiro entre unos y otros. Mientras Moyano descalificó a Lescano al decir que tenía “cerebro de pigmeo” por vaticinar una “batalla campal” en el congreso del 12 de julio, el secretario de Luz y Fuerza aseguró que no contestará las agresiones del camionero para “no bajar de nivel” ni “ponerse a la altura” del actual jefe de la CGT.