EL PAíS › EL INTENDENTE DE ESCOBAR PIDIO CAMBIOS DE CARAS EN LA CAMPAÑA
Patti quiere que se vayan todos
Siguen las peleas internas en el menemismo. El represor pidió que se bajara a Pierri, Kohan y Bauzá. Puede ser un boomerang contra él mismo.
Por Diego Schurman
El reclamo público de Luis Abelardo Patti para que la primera línea menemista abandone el comando de campaña del ex presidente se convirtió en un boomerang que no sólo terminó dejándolo fuera del armado de la estrategia electoral sino que hasta podría costarle el respaldo del propio Carlos Menem a su candidatura a gobernador bonaerense.
Patti armó revuelo al pedir enérgicamente las cabezas de Eduardo Bauzá, Alberto Kohan y Alberto Pierri del entorno del ex presidente. Para el ex comisario esa movida resulta necesaria a fin de lograr una “oxigenación en serio”. A su entender, sólo de esa manera se podría mejorar las chances de Menem en el ballottage.
La idea del intendente de Escobar no es novedosa. Algo similar había dicho antes de las elecciones. Pero ahora, cuando los ánimos del menemismo están exacerbados, cayó como una bomba. Y que el planteo haya sido público fue doblemente peor ya que no hace más que poner en evidencia la crisis interna que vive la férula del ex presidente.
La referencia a Bauzá no es ociosa. Con los mismos argumentos de Patti, el ex funcionario había anunciado recientemente su paso al costado de la campaña. Sin embargo, el jueves se lo vio orondo durante la filmación de los spots de campaña con el gabinete en ciernes de Menem.
La mención de Kohan y Pierri tiene un sentido más estratégico. El ex secretario general de la Presidencia y el ex presidente de la Cámara baja son los otros dos hombres que salieron a competirle a Patti la gobernación de Buenos Aires con candidatura propia. Kohan ya dijo a Página/12 que “de ningún modo” se irá del lado de Menem a no ser que éste se lo pida.
Pierri, en los hechos, quedó relegado del comando por la mala performance que tuvo en su distrito, La Matanza, donde la fórmula menemista quedó 12 puntos por debajo de la de Néstor Kirchner. Ese partido, el más poblado de la provincia, le preocupa sobremanera al ex presidente.
Pero Patti no se quedó en Bauzá, Kohan y Pierri. Incorporó al lote de “cuestionados” al números dos de la fórmula, el gobernador salteño Juan Carlos Romero. Dijo que cometía un “error” y que “no es justo” que le cree “un grupo afín en la provincia”. Se refería al sistema de control dispuesto por el equipo de campaña menemista para evitar “fallas” que ellos mismos reconocieron en la elección, básicamente centrada en la “falta de fiscalización”.
En medio del tironeo, del propio entorno del ex mandatario surgió una versión sobre la posible razón del enojo de Patti, quien habría pedido una suma de 6 millones de pesos para hacerse cargo de la coordinación de la campaña menemista –incluido el dispositivo de fiscalización– en la provincia de Buenos Aires.
“Efectivamente hubo un planteo económico por parte de Patti, cuya suma no podemos precisar, pero que se le negó y suponemos que eso no le habrá gustado demasiado”, reconocieron a Página/12 cerca de Romero.
Lo que proponía hacer Patti será realizado ahora de manera descentralizada. Es decir, distintos referentes menemistas se ocuparán en cada “circuito” –así lo llaman– de apuntalar a Menem y luego se remitirán directamente con el comando central de campaña.
“Menem ya dijo que los viejos no integrarán el gabinete así que no sé por qué insiste Patti con el tema. Va a haber un gabinete con caras e ideas nuevas para problemas nuevos”, dijo el vocero repitiendo un lema de campaña. A ese gabinete podría sumarse Enrique Crotto como ministro de Producción.
Pero a Patti tanto atrevimiento podría costarle caro. Los más diplomáticos aseguran que no le será sencillo volver a pisar el Hotel Presidente, que oficia de bunker. En cambio, los más enérgicos no descartan que el haber hecho una crítica pública –que parece más un despegue del menemismo que un gesto de respaldo– podría costarle el apoyo del ex presidente a su candidatura a gobernador bonaerense. “El hablópensando en la gobernación y se olvidó del principal objetivo que es llevar a Menem a la Rosada”, se quejaron.
El propio ex presidente fue categórico y dejó en claro su enojo con una voz de mando. “El que decide el equipo soy yo”, señaló cuando le preguntaron sobre los cambios impulsados por Patti.
Como si no fuera poco el juego de dimes y diretes, ayer mismo se sumó uno inédito. De la agencia de Walter Thompson Argentina reconocieron que su presidente, Ricardo Fitz Simon, se encargó de los spots publicitarios que Menem filmó en las oficinas de Francisco De Narváez. Pero que lo hizo a modo personal y que no compromete al resto de la agencia.