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Néstor Kirchner sabe que la victoria en el ballottage del próximo 18 de junio está al alcance de su mano y actúa en consecuencia. Mientras continúa cosechando apoyos de distintos sectores políticos y sociales, el santacruceño deja que los días pasen y mantiene un perfil más bien bajo. Ayer, almorzó con el presidente Eduardo Duhalde, con quien analizó los resultados electorales del último domingo y su estrategia de campaña y después se recluyó a trabajar en la Casa de Santa Cruz. En papel de ganador –así lo señalan también los medios extranjeros–, Kirchner reiteró que no piensa debatir con Carlos Menem, de quien dijo que hizo esa propuesta en “un acto de desesperación”.
La reunión que Kirchner y Duhalde mantuvieron en la Quinta de Olivos es la primera entre ambos después de las elecciones. Fuentes de Gobierno confiaron que buena parte del encuentro estuvo dedicada a analizar la situación planteada por las inundaciones en Santa Fe, aunque los resultados de la primera vuelta electoral y los próximos pasos de campaña del santacruceño no fueron soslayados. Del almuerzo participaron también Hilda “Chiche” Duhalde y la esposa del candidato presidencial, Cristina Fernández, así como su compañero de fórmula, Daniel Scioli, a quien también acompañó su mujer Karina Rabollini.
“Kirchner tiene definido que sólo se dedicará a encuentros muy puntuales, tanto en medios televisivos y radiales como reuniones personales con dirigentes del PJ que lo apoyan”, adelantaron los voceros. Si bien en Gobierno no quieren exacerbar el espíritu triunfalista, descuentan que Kirchner obtendrá una victoria rotunda sobre Menem y consideran lógico que el santacruceño mantenga la actitud que asumió desde el último domingo.
Lo que quedó claro después de la reunión entre Duhalde y Kirchner es que no habrá debate entre los dos candidatos que se disputarán la segunda vuelta. “No voy a debatir con el pasado. Creo que Carlos Menem tendría que debatir con la Justicia”, declaró al respecto el propio Kirchner y agregó que “durante muchísimos años quisimos debatir con Menem, con esa actitud soberbia que tiene y ahora, en un acto de desesperación, me desafía”. También se descartó un eventual debate entre Roberto Lavagna y Carlos Melconian, el hombre que Menem anunció que pondrá al frente del Ministerio de Economía en caso de volver a la Presidencia.
A la ventaja que ya de por sí le dan las encuestas, Kirchner sumó ayer nuevos apoyos para enfrentar a Menem en el ballottage. Entre esos respaldos sobresalió el del precandidato peronista a gobernador de Entre Ríos, Jorge Busti. “En este nuevo siglo –destacó el entrerriano–, Kirchner es una opción más moderna y además cuenta con muchas ventajas, como la de tener el ministro de Economía (Roberto Lavagna), que ya conoce nuestra situación.”
En la misma línea de lo que plantean en Gobierno, el jujeño Eduardo Fellner consideró que de aquí en más la posición de Kirchner en la campaña “debe ser insistir en sus propuestas, tratar de comunicarse con la gente y no actuar desesperadamente como lo está haciendo el otro candidato, con operaciones políticas para tratar de conseguir adhesiones de cúpulas o estructurales”.
En ese sentido, el mismo Kirchner negó que vaya a entrevistarse con Adolfo Rodríguez Saá para pedirle su apoyo y en una muestra más de que se siente ganador hasta comparó a su esposa con la de Menem. “Sin ánimos de agraviar a la señora Bolocco, mi compañera es la más linda”, afirmó.