El ministro de Economía, Hernán Lorenzino, se reunió ayer con directivos de las empresas Azurix y Blue Ridge, que habían obtenido fallos favorables del Ciadi para que el Estado argentino pague un resarcimiento de 300 millones de dólares por la cancelación de sus respectivos contratos de concesión. El objetivo del encuentro fue convencer a estos empresarios de que acepten iniciar los juicios en el país. Lorenzino acompañó a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner a la ciudad de Nueva York, Estados Unidos, donde participaron del almuerzo con empresarios norteamericanos y argentinos en la sede del Council of the Americas. Al término del encuentro, Lorenzino se refirió a la evolución de la crisis europea: “Por nuestra propia experiencia, cuando la deuda de un país supera el umbral del 30 por ciento de su PBI ya no se puede hablar de deuda soberana”.

Lorenzino mantuvo con las firmas en litigio con la Argentina reuniones privadas, de las que también participaron representantes de la compañía de inversión Gramercy, que hace tiempo viene oficiando de mediadora. La Argentina carga con fallos en contra para los casos de Azurix, ex concesionaria de agua potable y cloacas en 71 ciudades bonaerenses (Enron), y Blue Ridge, un fondo de inversión del Bank of America que se hizo cargo del reclamo de CMS Gas Transmission Company, accionista minoritaria de TGN. Las deudas son por 165 millones y 145 millones de dólares, respectivamente.

Por lobby de estas empresas, el gobierno de Estados Unidos excluyó al país del Sistema Generalizado de Preferencias arancelarias, por considerar que “no actuó de buena fe en el cumplimiento de los fallos arbitrales”. El gobierno acepta y reconoce que los laudos del Ciadi “son finales y obligatorios”, y establece que inversores beneficiados por ellos deben iniciar a nivel local el procedimiento para su cobro, algo que Azurix y Blue Ridge no hicieron.