El respaldo a la candidatura del metalúrgico Antonio Caló para encabezar la CGT pareció tranquilizar las aguas ayer. En la reunión que realizó el Movimiento Acción Sindical Argentino (MASA) se ratificó la postulación de Caló y aquietó la interna que se había desatado en los últimos días, cuando algunos dirigentes del sector aprovecharon la ausencia del metalúrgico. El agrupamiento del MASA reúne a la UOM con ex moyanistas que saltaron el cerco hasta el armado opositor, e incluye al taxista Omar Viviani, uno de los nombres que habían surgido como opción a Caló. El lunes se reúne el consejo directivo de la central.

“Yo sigo siendo candidato”, aseguró ayer Caló al ingresar al encuentro del MASA, donde lo esperaban los dirigentes que lo apoyan y que contuvieron en parte la avanzada de la interna abierta por algunos de sus aliados. Con el respaldo sindical bajo el brazo y su presencia en la Casa Rosada en un acto de gobierno con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, el dirigente metalúrgico buscó despejar el nubarrón que se había instalado sobre su candidatura a partir de su ausencia en una reunión del sector con la Presidenta, la semana pasada, y su silencio de los últimos días. El líder del gremio de los Molineros, Carlos Barbeito, aseguró que “Caló ratificó su aceptación como candidato a secretario general de la CGT”, y que lo apoyaron “más de treinta organizaciones” que integran el MASA.

Los sindicatos que desconocen el congreso realizado por Moyano para ser reelecto al frente de la CGT presentaron una impugnación al cronograma de renovación de autoridades lanzado por el camionero en abril. La presentación fue aceptada por el Ministerio de Trabajo, que semanas más tarde emitió un dictamen a favor de la impugnación, anulando el proceso electoral de Moyano. El camionero continuó con su camino y el 12 de julio encabezó un congreso que lo ratificó como secretario general.

El otro sector de la CGT hizo su propio llamado a elecciones para el 3 de octubre y se encaminaba a lograr su objetivo hasta que estalló la interna en la que aparecieron otras posibles candidaturas y se puso en tela de juicio la de Caló.

“Es una lástima que los compañeros no entiendan que estamos en un momento importante para el movimiento obrero. Ponen delante intenciones personales o sectoriales diciendo cualquier cosa para acomodar a sus candidatos”, confió a Página/12 un dirigente sindical enojado por lo que consideró una “maniobra turbia que lo único que hace es entorpecer” el objetivo de llegar a “una CGT colectiva”. Los entredichos generaron la suspensión de una reunión que ayer iban a mantener los representantes de los gremios en la sede de la UOM para analizar los próximos pasos y afinar la documentación para la organización del congreso que se hará en el microestadio de Obras.

A pesar de la confirmación de Caló, los Gordos insistieron con la falta de candidato. “Tenemos muchos que pueden ser”, señaló el líder de Luz y Fuerza, Oscar Lescano, que en reiteradas ocasiones se había manifestado a favor del liderazgo del metalúrgico. El espacio que reúne a los gremios grandes vinculados con los sindicatos de servicios tiene su propio candidato, Héctor Daer, de Sanidad, nombre que saltó al escenario de manera oficial en medio de la embestida contra Caló. Lescano intentó diluir la discusión por los cargos al destacar que habían definido que “el consejo directivo deberá definir la fórmula la semana anterior al congreso normalizador del 3 de octubre” para “no discutir ninguna ambición de nadie”. El debate quedó abierto. En estos días avanzarán en la definición de quiénes integrarán la cúpula de la central obrera y se reunirán el próximo lunes en la UOM.