Mientras la Cámara Federal decide en qué juzgado recaen las causas relacionadas con el secretario de Comercio, Guillermo Moreno, en las cuales el juez Norberto Oyarbide se había excusado por “violencia moral”, este magistrado sumó a su galería otras frases memorables. “Después de que usted sale de (los tribunales de) Comodoro Py se da cuenta de que su cabeza es como un Koh-I-Noor, porque estar allí adentro viviendo es algo sumamente especial por las responsabilidades, por la resonancia de las resoluciones, por las alternativas que se presentan”, dijo hablando de sí mismo. Y se definió como un juez independiente, pese a que “siempre se ha dicho” que ha fallado “a favor del Gobierno”.

En declaraciones por radio, Oyarbide explicó que “no es lo mismo investigar a una persona que se apodera de modo irregular de un bien, que puede ser un vehículo o un pasacasete, que investigar a la presidenta de la República Cristina Kirchner por denuncias que me han llegado”. Según dijo, se apartó de la causa contra el secretario de Comercio, Guillermo Moreno, no por el “cacerolazo” frente a su casa, sino porque recibió llamados a su domicilio en los que le desearon la muerte e insultaron a su fallecida madre. “No fueron sólo las cacerolas, sino que el peor de los momentos fueron todos los llamados que recibí en mi casa, arriba de 50, en los que todas las personas preguntaban por mí, me deseaban la muerte, que me muera de un cáncer. Y muchos de ellos puteando a mi madre, que es lo que más me duele”, dijo el juez.

En tanto, los jueces federales Ariel Lijo y Daniel Rafecas decidieron devolverle a su colega Oyarbide las causas que involucran a Moreno, de las que se había apartado, y ahora deberá decidir si acepta quedarse con estos expedientes. En caso contrario, la Cámara Federal resolverá qué juez debe tramitar las denuncias por presuntas amenazas que la despachante de Aduana Paula de Conto radicó contra el secretario de Comercio, y otra que el Gobierno presentó por presuntas amenazas de muerte al funcionario.

De Conto había festejado el apartamiento de Oyarbide porque dijo que era un juez que resolvía a favor del Gobierno. “Siempre han dicho que he fallado a favor del Gobierno. Es lo mismo que dice (Sergio) Schoklender, es lo mismo que dice (Juan) Zanola y están en todo su derecho de decirlo. Yo continúo siendo juez y hay mecanismos que permiten plantear una recusación puntual o solicitar un juicio político o apelar las resoluciones”, se defendió Oyarbide.

Consultado sobre si se sentía independiente, respondió: “Sí, claro, por supuesto”. También señaló que cuando deja su despacho de los tribunales de Retiro, su cabeza es un “Koh-I-Noor”, en alusión al secarropas que funciona a miles de revoluciones por minuto.