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Es un mal momento para el cura Julio César Grassi, que sigue acumulando casos sobre abusos sexuales contra menores que estaban bajo su cuidado y en forma paralela, viene sufriendo bajas en el staff de abogados famosos que lo patrocinaban (ver aparte). Tres causas independientes entre sí –por ahora, ya que podrían unificarse– acumulan diez hechos de abuso investigados por la fiscal María Bustamante. En el trámite más reciente, había en principio dos casos a los que se sumaron otros dos, todos ocurridos en la colonia “Mi Esperanza”, de Isidro Casanova, partido de La Matanza. Las nuevas acusaciones son “por manoseos y prácticas de sexo oral”, confiaron a Página/12 fuentes allegadas a la investigación. En la causa inicial, por cuatro casos denunciados por los menores conocidos como “Ezequiel” y “Gabriel”, la investigación está próxima al juicio oral. Es posible, todavía, que se sumen algunos de los otros casos. De corroborarse las nuevas denuncias podrían ser incorporadas al primer juicio. De lo contrario habrá una segunda audiencia oral con el mismo acusado.
Los casos ocurridos en “Mi Esperanza” fueron llevados a la Justicia por la madre de dos chicos que hoy tienen 13 y 15 años. La primera presentación se hizo ante la jueza de Menores Nº 3 de La Plata, Blanca Lasca, que tiene bajo su tutela a los damnificados. Del testimonio de ambos surgía, además de lo sufrido en carne propia, otros dos abusos contra compañeros suyos ocurridos en los años 2000 y 2001. Ahora, los cuatro casos fueron corroborados por una chica, alojada en la misma institución, que depende de la Fundación Felices Los Niños, y a la que solía concurrir Grassi. El fiscal general de Morón, Federico Nieva Woodgate, confirmó más casos contra el cura.
“Ahora se está tratando de verificar la credibilidad de dos de las últimas denuncias”, informó el fiscal. Los denunciantes, los dos menores que fueron víctimas y la chica que fue testigo, deberán someterse a estudios psicológicos para determinar si dicen la verdad. Dada la conexidad con la causa que llevan la fiscal Bustamante y la jueza de Morón Mónica López Osornio, todos los casos fueron derivados a esa jurisdicción. Una fuente cercana a la investigación recordó que son tres los expedientes paralelos que involucran a Grassi. El primero fue el que surgió a partir de una emisión del programa “Telenoche Investiga”, que se emite por el Canal 13. Allí había dos víctimas directas, “Gabriel” y “Ezequiel”, quienes relataron cómo fueron abusados y a la vez revelaron la existencia de otros dos menores que habían pasado por experiencias similares en las que siempre está señalado como autor el cura Grassi.
En un segundo trámite, poco conocido, las víctimas son dos, una de ellas el chico conocido como “Fernando”, mencionado en el programa de “Telenoche Investiga”. Este caso es controvertido porque el propio “Fernando” apareció en la pantalla de Canal 9, en el ciclo de Mariano Grondona, desmintiendo la información que lo involucraba y hablando en favor de la honestidad del religioso. El otro chico también forma parte del grupo de allegados y defensores de Grassi. Sin embargo, como existen otros testigos que dicen haber presenciado esos abusos sexuales, la fiscal Bustamante los está investigando y tiene previsto llamar a declarar a los dos menores.
La causa paralela que lleva el fiscal José de los Santos contra Miguel Angel Pierri, que formaba parte del grupo de defensores de Grassi, frenó el ímpetu con que los abogados acosaban a fuerza de apelaciones a la fiscal Bustamante, que ahora trabaja sin interferencias. Además de la suspensión del secretario Carlos Enríquez, se elevó un pedido de jury de enjuiciamiento contra los jueces de menores Ricardo Oyama y Cristina Landolfi. Los tres están involucrados en la maniobra, urdida por Pierri, para desacreditar el testimonio del menor conocido como “Ezequiel”.
Cuando fue allanado el estudio de Pierri, se encontró un expediente original firmado y con el sello de la jueza Landolfi, irregularidad que indicaría una connivencia con el ex abogado de Grassi, ahora detenido y alborde del juicio oral. Los dos jueces podrían ser suspendidos en sus funciones, tal como ocurrió con Enríquez. Está probado que Oyama dirigió la cuestionada audiencia donde “Ezequiel” supuestamente se retractaba de su acusación a Grassi. El acta, sin embargo, fue firmada por el juez subrogante Marcelo Frega, también víctima del engaño.