EL PAíS › BELIZ QUIERE COMPLETAR LOS JUZGADOS FEDERALES
Las vacantes de la servilleta
Por Adriana Meyer
El flamante ministro de Justicia quiere dar una señal contundente de transparencia en el área y para eso puso la mira en los tribunales federales de Retiro. La idea de Gustavo Beliz es completar los lugares vacantes, que constituyen la tercera parte de los juzgados federales en lo penal, “con la mayor transparencia”, según explicaron a Página/12 fuentes del ministerio. Aunque en sus apariciones televisivas mencionó que quiere hacerlo “lo antes posible”, no ignora que los tiempos son manejados por el Consejo de la Magistratura, y que el proceso de selección ya está iniciado. Precisamente por este motivo es que, en realidad, tiene un número limitado de opciones para producir una renovación contundente: la elección se producirá entre los 50 aspirantes que ya fueron preseleccionados. Sus principales asesores consideran que la Justicia federal porteña –donde se investigan las denuncias por corrupción que involucran a funcionarios públicos, además de casos de narcotráfico y secuestros extorsivos– comparte con la Corte Suprema los cuestionamientos sobre su falta de independencia del poder político.
Además de los cuatro juzgados federales de primera instancia, también hay una vacante en la sala I de la Cámara Federal de Apelaciones, ahora integrada por los camaristas Gabriel Cavallo y Horacio Vigliani. Unos 30 candidatos competirán desde el 4 de julio por el lugar que dejó la fallecida Luisa Riva Aramayo. Los actuales jueces federales Jorge Ballestero y Rodolfo Canicoba Corral, y los fiscales del fuero Gerardo Di Masi y Eduardo Freiler son algunos de los inscriptos ante el Consejo de la Magistratura para competir. La Comisión de Selección de Magistrados los convocó a todos para las denominadas “pruebas de oposición” el 4 de julio, el primer paso para definir la terna de candidatos.
En cuanto a los cuatro jueces que se sumarán a los doce que completan el fuero federal, el 6 de junio vence el plazo para que el jurado entregue los resultados de las pruebas tomadas en marzo a unos 50 aspirantes. Una vez que el jurado envíe al Consejo los resultados, se establecerá un orden de mérito con un plazo de cinco días para impugnar los resultados. Varios de los concursantes adelantaron a Página/12 que cuestionarán la valoración en puntaje de sus antecedentes. “Hubo arbitrariedad y manipulación objetiva”, se quejó uno de ellos. De hecho, a partir del descontento surgido tras la evaluación de antecedentes fue modificado el sistema.
Tras las entrevistas personales, la Comisión de Selección elevará al plenario del Consejo un dictamen con recomendaciones para la votación final de una terna. Más allá de los tiempos políticos, en el ambiente judicial especulan con que recién en agosto estarían listas las ternas para elevar al Poder Ejecutivo. Beliz piensa someter esos nombres a la consulta de organismos vinculados a lo judicial, como los que integran la comisión respectiva en la Mesa del Diálogo Argentino, según explicaron fuentes oficiales. Los juzgados vacantes (3, 4, 7 y 10) actualmente son subrogados por otros magistrados del fuero. Como el Consejo llamó a concurso múltiple para ocuparlos, se seleccionará una única terna con un candidato adicional por cada vacante. Una alta fuente judicial especuló con que “el ministro desconoce que la elección ya está restringida o ya tiene elegidos cuatro nombres”.