Los vecinos identificados con el kirchnerismo en la Villa 21-24 de Barracas ganaron la elección de autoridades al macrismo. Unidos y Organizados logró quedarse con la representación de los vecinos del barrio al lograr el 35 por ciento de los votos, mientras que al oficialismo macrista lo apoyó el 30 por ciento. “La falta de gestión del macrismo hace que los villeros nos sintamos discriminados”, aseguró a Página/12 Zunilda Martínez, una de las vecinas que integrará el triunvirato que conducirá la comisión junto a Cristian Heredia y Lorena Carol Martínez Galos.

“Nos estamos organizando para que a todos los vecinos se les respeten los derechos. La junta en manos del macrismo nunca funcionó, queremos que el vecino sienta que él es también el que trabaja por su barrio”, afirmó Martínez, al remarcar las diferencias con los vecinos afines al jefe de Gobierno que se mantuvieron al frente de la comisión durante los últimos cinco años. Con el mandato vencido, la Justicia porteña debió prorrogar el mandato por un año hasta que se normalizó ayer la representación de los vecinos frente al macrismo. El kirchnerismo logró además cuatro de las diez secretarías que conforman el equipo de trabajo de la comisión, tres quedaron para el macrismo y una para la alianza de la izquierda y el centroizquierda.

En 2008 se puso en práctica la nueva ley que determinó la primera gestión para los vecinos identificados con el gobierno de Mauricio Macri.

Unidos y Organizados está compuesto en la Villa 21-24 por las agrupaciones kirchneristas La Cámpora, Corriente Martín Fierro, Movimiento Evita y Patria Grande, que conformaron los lemas encolumnados en la lista Azul y Blanka y Multicolor, que fueron las que finalmente se alzaron con la mayoría de los votos. El lema macrista Yo Estoy por la 21-24 contenía las listas Azulgrana, Verde, Celeste y Blanca, Amarilla y la Violeta, que responde al sindicato de camioneros. También se presentó el lema Unión de Vecinos en Lucha, integrado por el Partido Obrero, el Movimiento Libres del Sur y el Frente Darío Santillán, que contenía a las listas Roja, Blanca y Negra, Naranja, y Marrón, y un cuarto lema llamado Unidad Social, integrado por la lista Azul y la Dorada.

El asentamiento es el más grande de la ciudad de Buenos Aires, con casi 60 mil habitantes, y la participación de los vecinos en la elección aumentó más del doble: en 2008 fueron dos mil los votantes y ayer se contabilizaron cerca de cinco mil. La ley 148 de la Ciudad de Buenos Aires establece la elección de autoridades para conformar una Comisión Coordinadora Participativa en la que los vecinos elijan a quienes los van a representar frente al gobierno porteño. “Ahora tenemos que obligar al macrismo a que nos den bola, porque en otros barrios ya pasó que no respetan la elección de la gente”, señaló un dirigente del barrio que apuntó a la situación de la Junta Vecinal de Villa Soldati-Los Piletones porque “hace un año que fueron electos y el Gobierno de la Ciudad sólo habla con sus punteros, sin respetar la elección de los vecinos”.

“La verdad es que el macrismo hizo muy poco en estos cuatro años, recién cuando llegaron las elecciones del año pasado empezaron a trabajar, pero siempre con los negocios de las cooperativas que enriquecen a algunos y la mayoría se queda sin poder progresar”, destacó un dirigente del barrio, entusiasmado por el cambio de manos de la comisión. “Hace 36 años que vivo en el barrio y nunca funcionó la comisión. Ganamos la villa más grande de la Ciudad tocando las puertas y apostando a la solidaridad y el compromiso de todos, siguiendo las políticas del gobierno nacional”, destacó Martínez, al detallar el trabajo que las organizaciones kirchneristas realizaron en el barrio.

“Presentamos una lista con 29 vecinos que representan a las 58 manzanas que tiene el barrio. Fuimos casa por casa presentando nuestra propuesta y así llegamos a que nos voten, trabajando entre todos”, señaló la flamante integrante del triunvirato al hacer un repaso por la labor militante entre los suyos para lograr el consenso logrado en las urnas, que logró vencer al oficialismo macrista. “Tenemos una escuela que está destruida. Es una escuela de cartón, toda hecha con durlock que no da más de la humedad, se está deshaciendo. Pasó de tener 80 alumnos a más de 500 en tres años y no queremos que se pierda”, agregó Martínez, y señaló uno de los puntos a los que se abocarán durante su gestión: “Que ningún chico se quede sin ir a la escuela porque el edificio no está condiciones”.