Viernes, 21 de diciembre de 2012 | Hoy
EL PAíS › MICHELI SE QUEJO POR LA FALTA DE APOYOS DE CLASE MEDIA EN LA PLAZA
“La CGT todavía hace abuso del peronómetro y del folklore peronista”, aseguró ayer el dirigente estatal Pablo Micheli, evidenciando las diferencias que mantiene con el camionero Hugo Moyano, con quien avanza tomado de la mano en la agenda opositora. Después de la movilización a Plaza de Mayo que realizaron de forma conjunta el miércoles, el balance dejó un sabor amargo en la alianza. Por otro lado, el ministro de Infraestructura y Planificación Federal, Julio De Vido, apuntó a la presencia del radicalismo en el palco y señaló que “lamentablemente lo que deberían hacer es pedir perdón como partido”, aludiendo a la fecha del reclamo, coincidente con las muertes bajo el gobierno de Fernando de la Rúa, en el 2001.
La clase media “todavía tiene un prejuicio contra el sindicalismo”, señaló el gremialista, intentando justificar el casi nulo apoyo de los sectores medios y altos de la población a la marcha frente a la Casa Rosada al que apuntaban. La endeble alianza comenzó a mostrar sus diferencias, aunque Micheli también tiene la necesidad de desmarcarse de Moyano ante el frente interno que se le abrió en los gremios que lo acompañan. “Marcharon a Plaza de Mayo más de 50 mil trabajadores, y más de 300 mil en diferentes puntos del interior del país”, señaló el dirigente, en un intento para cubrirse de las escuálidas cifras que circularon en todos los medios y en círculos internos de los dos armados sindicales.
La estrategia que habían ideado los sindicalistas junto a un puñado de dirigentes de izquierda se cayó casi desde el inicio. El armado contemplaba unir los reclamos caceroleros del 8 de noviembre sumando el paro del 20 de noviembre. Pero fallaron en la especulación de que la fiesta popular del Día de la Democracia y los Derechos Humanos que encabezó la presidenta Cristina Fernández de Kirchner no iba a tener el acompañamiento popular de las 400 mil personas que participaron allí. La movilización estaba pensada para dar un cierre del año con los sindicalistas opositores apoyados masivamente por los caceroleros, pero se encontraron los mismos de siempre: Moyano, Micheli, la Federación Agraria Argentina, la CGT Azul y Blanca de Luis Barrionuevo, los partidos de izquierda y pequeños partidos que apoyan a la CTA de Micheli, como Proyecto Sur, de Fernando Solanas.
La fecha de la protesta fue criticada con dureza por De Vido. “Que un dirigente radical conmemore el 19 de diciembre es como si nosotros celebráramos el cumpleaños de (el jefe de la Triple A, José) López Rega, es más o menos lo mismo”, sostuvo el ministro de Planificación, marcando la presencia del diputado radical Ricardo Alfonsín en el palco de Moyano. “Nunca me imaginé (que pudieran manifestarse el 19 de diciembre) y no es un cuestionamiento a los radicales que estuvieron en el palco”, aclaró y agregó que el planteo podría haberse realizado “cualquier otro día”. “No cuestionamos que los ciudadanos peticionen, pero en ese momento no se pedía que se eleve el piso de Ganancias, estaban pidiendo de comer”, recordó De Vido, diferenciando ambas situaciones en el tiempo, y destacó la “represión terrible que se daba en ese momento. Lamentablemente lo que deberían hacer es pedir perdón como partido”, reflexionó al señalar que todo –39 muertos por la represión policial– había ocurrido bajo el gobierno del radicalismo.
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