La Corte Suprema de Justicia dejó firme una condena a 16 años de cárcel al ex comandante de Gendarmería Víctor Enrique Rei por la apropiación de un bebé hijo de secuestrados en centros clandestinos de detención durante la última dictadura cívico militar. El máximo tribunal del país declaró “inadmisible” un recurso de la defensa del ex comandante de esa fuerza, condenado en 2009 por el robo del bebé de Liliana Fontana y Alejandro Pedro Sandoval.

El planteo había sido realizado por el defensor oficial Matías de la Fuente y fue desestimado en un fallo que lleva las firmas de los jueces Elena Highton de Nolasco, Enrique Petracchi, Raúl Zaffaroni, Juan Carlos Maqueda y Carmen Argibay, una de las sentencias emitidas por la Corte en su último acuerdo de 2012. Rei había sido juzgado por el Tribunal Oral Federal 6 que lo encontró culpable de la “retención y ocultación de identidad, la supresión del estado civil y la falsedad ideológica de documentos públicos”.

El hijo de Fontana recuperó su identidad el 14 de julio de 2006 luego de un allanamiento ordenado por la jueza federal María Servini de Cubría en el cual se secuestraron elementos de su uso personal y se ordenó de manera compulsiva un análisis genético sobre lo obtenido de esas muestras.

Las víctimas fueron secuestradas el 1 de julio de 1977, cuando la madre estaba embarazada de dos meses y medio en la localidad de Caseros, fueron vistas en el centro clandestino Atlético y luego Fontana fue sacada de allí para dar a luz y nunca más se supo de ella. Rei inscribió al bebé como hijo biológico y su condena fue confirmada por la Cámara Federal de Casación en junio de 2010, y ahora quedó firme por decisión de la Corte.

La condena contra Rei, quien anotó como propio al hijo de Fontana-Sandoval en 1978, fue confirmada por la Cámara Federal de Casación Penal en junio de 2010. Y ahora, tras el fallo de la Corte, adquirió fuerza de “cosa juzgada”.

En julio de 2011 Alejandro Sandoval declaró en el juicio por el plan sistemático de apropiación de menores durante la dictadura, y dos años antes lo había hecho contra su apropiador. En esa oportunidad, relató que su apropiadora le dijo que los habían convocado al Regimiento Patricios, los sometieron a un informe ambiental, les exigieron que fueran ‘amigos’ de la fuerza, que tuvieran casa propia, estuvieran casados y fueran católicos. En esa entrega, contó el joven recuperado, participó un cura, y cuando todo el papeleo terminó, Víctor Rei y su mujer recibieron a dos niños directo de Campo de Mayo. Uno era él, de tres o cuatro meses, la otra era una niña que aún tenía el cordón umbilical. La mujer de Rei decidió quedarse con Alejandro porque “no le gustaban los recién nacidos”. Sandoval les dijo a los jueces que sus apropiadores decían que habían hecho una adopción, “pero no, ésa fue la forma en que nos robaron”.