Mañana se realizará en el barrio De la Cárcova, en José León Suárez, un acto de homenaje a los jóvenes Franco Almirón y Mauricio Ramos, asesinados por un grupo de policías bonaerenses. También será agasajado en el mismo acto el joven Joaquín Romero, herido de gravedad en el mismo hecho. El episodio ocurrió el 3 de febrero de 2011, en el lugar donde se produjo el descarrilamiento –se demostró que el hecho fue accidental– de un tren de carga de la empresa Trenes de Buenos Aires (TBA). Al principio, la policía, y hasta el propio ministro de Seguridad bonaerense, Ricardo Casal, aseguraron que se había tratado de un sabotaje cometido por un grupo de jóvenes de la zona, con fines de robo.

Esa información quedó desmentida por la investigación judicial. Ahora, el Centro de Estudios Legales Sociales (CELS), junto con organizaciones sociales, convocan al acto de homenaje a las tres víctimas que se realizará mañana, a las 16, en la calle Quiroga y la avenida Central, en José León Suárez. En un comunicado, el CELS señaló que Franco y Mauricio “fueron asesinados (...) cuando efectivos de la Policía de la provincia de Buenos Aires y de la Policía Buenos Aires 2 reprimieron a un grupo de vecinos del barrio en ocasión del descarrilamiento por desperfectos en los rieles de un tren carguero de la empresa” TBA.

La investigación judicial comenzó a orientarse con la declaración del policía Gustavo Ezequiel Vega, de la comisaría segunda de San Martín, quien admitió que en lugar de postas de goma, había disparado contra la gente con munición de plomo. Vega fue el primer detenido, pero luego le siguió el también policía Gustavo Sebastián Rey, de la Policía Buenos Aires 2, de quien se sospecha que fue el autor de los disparos que mataron a los dos chicos. Por el caso fueron pasados a retiro 15 miembros de la Policía Bonaerense. El caso está por llegar al juicio oral.