El presidente del Partido Socialista (PS) y del FAP, Hermes Binner, mostró diferentes posturas a propósito de la resolución tomada respecto del PS en el Foro de San Pablo, que reúne a organizaciones y partidos políticos progresistas de América latina. Por la mañana, dijo que desconocía el tema y que nunca había participado del foro. Por la tarde, luego de que se conociera una aclaración por parte del secretariado del foro, Binner habló de “un invento K” y que se sentía “plenamente partícipe” de la organización.

“Desconozco la información. Nunca participé del Foro de San Pablo, desconozco dónde se reúne”, manifestó temprano el presidente del PS en declaraciones radiales. Hasta ahí, la información –publicada ayer por Página/12– aseguraba que el PS había sido expulsado del foro debido a las declaraciones de Binner apoyando al candidato presidencial de la oposición venezolana, Henrique Capriles, y, luego, responsabilizando “a los gobiernos populistas de la región” por las muertes posteriores a los comicios en aquel país.

El secretario ejecutivo del Foro de San Pablo, Valter Pomar, precisó ayer que el PS no fue expulsado de la organización –en realidad no se puede expulsar a nadie– sino que existe una propuesta en firme de retirar a ese partido de la delegación que representa a Argentina en el Grupo de Trabajo del Foro. La resolución se tomará durante la próxima reunión del Grupo de Trabajo, que se hará el 31 de julio en San Pablo. Por otro lado, Pomar subrayó que “el Foro de San Pablo ha expresado de manera constante una posición unánime en defensa de las candidaturas de Hugo Chávez y Nicolás Maduro, así como nuestro rechazo a las acciones de sectores golpistas de la derecha venezolana, acciones que resultaron en varios muertos y heridos luego de las elecciones”.

Difundida la aclaración de Pomar, Binner cambió su postura indiferente hacia el foro. “Es un invento K, una maniobra del Gobierno como las que ya estamos acostumbrados. Estamos en el Foro de San Pablo desde su fundación y nos sentimos plenamente partícipes de él”, se envalentonó. También sostuvo que no busca ser “el Capriles argentino”, como lo acusaron desde el kirchnerismo. “De ninguna manera quiero ser Capriles, soy un líder socialista”, se definió.

Respecto de esta controversia, el secretario de Relaciones Parlamentarias y dirigente de la Confederación Socialista, Oscar González, aseguró que Binner pertenece a un sector que “malversa los principios y tradiciones del socialismo argentino”. “Es obvio que en la Argentina, en el Brasil de Dilma (Rousseff), en la Venezuela de Chávez y hoy de (Nicolás) Maduro hay un proceso de transformaciones sociales que reivindican las banderas de la izquierda latinoamericana, y Binner se contrapone a esto”, remarcó.