EL PAíS › EL PRESIDENTE DECIDIO LA INTERVENCION DEL PAMI POR SEIS MESES
Para terminar con las cajas negras
El Gobierno intervino la mayor obra social del país. El interventor será González Gaviola. Se denunciaron numerosas irregularidades del actual directorio. Los planes a futuro y el cronograma que deben respetar las nuevas autoridades.
Por Fernando Cibeira
El presidente Néstor Kirch-ner resolvió ayer intervenir el PAMI, la obra social de los jubilados que desde hace tiempo se convirtió en símbolo de las cajas negras y de la corrupción en la política. Al frente de la intervención que se extenderá por 180 días quedarán los dos representantes que el Gobierno tenía en el directorio, Juan González Gaviola y José Ramón Granero. El PAMI había sido normalizado a principios de este año pero, según los informes que manejan en la Rosada, las irregularidades no se detuvieron. Es más, creen que si la Justicia hace bien las cosas los propios integrantes del directorio que encabezó el hiperduhaldista Horacio Pacheco podrán verse en problemas.
“Esta decisión es parte del mejoramiento de la calidad de las instituciones del país, en este caso de la salud de millones de personas”, explicó el ministro de Salud, Ginés González García, el encargado de anunciar la medida. En el decreto 348 que firmó ayer Kirchner se hizo hincapié en las repetidas irregularidades que la Auditoría General de la Nación encontró en cada uno de los informes realizados en la obra social que cuenta con un presupuesto de 2700 millones de pesos. Entre las maniobras detectadas se mencionan:
- Falta de reglamentaciones que definan el trámite para el otorgamiento de un subsidio.
- No se cuenta con reglamentos o manuales de compra.
- Existen contratos vencidos y en ejecución.
- En algunos casos se carece de la documentación de compras de bienes de uso y contrataciones.
- Ni el padrón de afiliados ni el de personal resultan confiables.
- El último de los balances aprobados por la Auditoría es del año ‘99.
La intervención estaba al caer desde el 19 de junio pasado cuando el Congreso reformó la ley del PAMI, otorgándole al Presidente la facultad de tomar esa medida en caso de una emergencia. Para firmar el decreto en la Rosada esperaban una solicitud de la Auditoría, que tiene 16 personas trabajando en la sede central de la obra social. Por lo que había trascendido, el informe en preparación sería lapidario pero no estaría listo antes de mañana, cuando Kirchner se subirá al Tango 01 para comenzar su primera gira europea. Finalmente, en Gobierno consideraron que la situación no daba para más y sacaron el decreto antes del viaje.
En su embestida contra el PAMI, el Gobierno tuvo a su favor la pésima imagen que arrastran los sindicalistas, históricamente asociados al organismo y a sus manejos turbios. El más enojado con la ofensiva fue Luis Barrionuevo, a quien se adjudicaba un padrinazgo sobre directores y gerentes. El gastronómico había prometido que su canción sería “Resistiré”, pero al final tuvo que guardar violín en bolsa.
Más obediente se mostró la conducción de la CGT oficial que encabeza Rodolfo Daer, que enseguida prometió quitar a sus dos delegados en el directorio, Domingo Petrecca y Reynaldo Hermoso, sobrevivientes de varias gestiones que terminaron en escándalo. Unos cuantos días después se supo que Petrecca y Hermoso seguían en sus cargos como si nada, lo que le dio nuevos argumentos al Gobierno para decidir la intervención.
En contra de esa medida, en cambio, jugaba el hecho de que el PAMI había sido normalizado a principios de año por el ex presidente Eduardo Duhalde, justamente luego de una larga intervención. Siete de los once directores fueron elegidos entonces por el voto directo de los jubilados y Duhalde colocó al frente del organismo a un hombre de su estrecha confianza, el pediatra de sus hijos Horacio Pacheco. Cerca de Kirchner subrayaban la baja participación que había tenido esa elección de delegados. En el comicio votaron apenas 350.000 jubilados de un padrón de 3 millones de afiliados. “Fue peor que una elección del PJ Capital: se hizo una elección cerrada manejada por cinco punteros”, sostenía un vocero.
Además, contaban que el período normalizado no había escapado de la lógica de irregularidades que tiñen la historia del organismo. Se habla de contrataciones directas injustificadas y de numerosos nombramientos que pondrían en apuros a los últimos directores si la Justicia realiza una investigación a fondo. “Hubo manejos ilegales ahí”, revelaban en la intervención. Una investigación de ese tipo, sin dudas, pondría de nuevo en tela de juicio la continuidad de la alianza entre Kirchner y Duhalde, ratificada ayer en un almuerzo.
Pese a que en los últimos días se habló de la descentralización del organismo, ahora que se intervino en el Gobierno aclaran que ese objetivo no puede conseguirse de inmediato. “Primero hay que ordenar los mecanismos administrativos”, explicaban. Tan arbitrarios son los reglamentos con los que se maneja el organismo que en la Rosada contaban que el sindicalista Hermoso pudo pasar por caja y llevarse 60 mil pesos en efectivo con el argumento de que eran para ayudar a los inundados de Santa Fe.
Aunque las encuestas sostienen que la gente ve con agrado que el Gobierno intervenga el PAMI, esa medida por sí sola garantiza nada. La de González Gaviola será la intervención número 18 del PAMI en sus 32 años de existencia. Para curarse en salud, el interventor habló de un cronograma escalonado –en un mes manual de compras, al segundo mes manual de procedimientos y así– que finalizará a los 180 días, el máximo permitido por ley. Como su cargo registra antecesores tan destacados como Matilde Menéndez o Víctor Alderete, también aclaró que su manejo no será discrecional, sino que lo controlará un consejo consultivo que integrarán la Auditoría, el defensor del Pueblo, el ombudsman de la Tercera Edad, más representantes universitarios y de la Academia Nacional de Medicina. Después de la intervención, prometen, se convocará a una nueva elección, que esta vez sí será representativa.