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La actividad de la construcción mostró en enero una espectacular caída del 44,2 por ciento con respecto a igual mes de 2001. La magnitud de la retracción representa un record histórico y dejó al ISAC (Indicador Sintético de la Actividad de la Construcción) en el nivel más bajo desde que se elabora el indicador. En términos de empleo, la violenta contracción significó la pérdida de 20 mil puestos de trabajo en el mes. De la encuesta cualitativa, que sintetiza las expectativas empresarias sobre la evolución de la actividad, surge que en febrero se profundizará la caída, tanto en la actividad vinculada con el sector público como en la privada.
Mientras el Gobierno no encuentra la manera de “desactivar la bomba” del corralito, la economía real refleja a pleno las consecuencias de una detonación que ya se produjo. Como era de esperar, la paralización de las transacciones financieras impactó de lleno en la actividad de la construcción, transformando la progresiva recesión de 2001, acelerada a partir de agosto, en derrumbe. Además, se estima que la ausencia de señales de precios tras la devaluación monetaria de más del 50 por ciento provocará que febrero muestre una caída aún mayor. En este marco no se espera que la flexibilización del corralito para la adquisición de bienes registrables genere mayores efectos. Antes de que se reactive la demanda de nueva construcción será necesario agotar los stocks existentes.
Si bien la caída con relación al mes anterior fue alta, el 13,8 por ciento en términos desestacionalizados, no alcanzó a superar a la registrada en diciembre contra noviembre, que había llegado al 15,8 por ciento. Pero lo cierto es que en términos interanuales las cifras de enero último marcan un record histórico y dejan al ISAC en el peor nivel desde que se construye. El indicador, que tiene base 100 en 1993, se ubicó en enero en 61,1.
Los números fuertemente negativos expresan a su vez violentas caídas en las ventas de los insumos. Así, en términos interanuales, los despachos de pisos y revestimientos cerámicos se contrajeron el 59,3 por ciento, los de ladrillos huecos el 57,4, los de asfalto el 53,2, los de pinturas para la construcción el 47,9, hierro redondo el 47,6 y los despachos de cemento el 38,2 por ciento. En tanto, la superficie a construir, que se mide por los permisos de obras correspondientes a 42 municipios, registró en enero una caída del 50,2 por ciento.
En el actual contexto, todo indica que la posibilidad de que la construcción pueda revertir su actual tendencia dependerá del comportamiento del sector financiero, es decir, de que desaparezca el corralito.
De acuerdo con la encuesta cualitativa que realiza el Indec entre las empresas, la situación en febrero empeoró respecto del mes pasado. Casi el 80 por ciento de las firmas consultadas señaló que durante este mes la actividad caería, en tanto que el 72,2 por ciento afirmó que planeaba despedir personal. Según el Indec, entre el cuarto trimestre del 2000 y el mismo período del 2001 se perdieron 60 mil puestos de trabajo registrado, es decir, sin contabilizar el abundante empleo en negro del sector.