EL PAíS
Menem invoca la vuelta de una dictadura militar
Dijo que derogar el decreto que impedía la extradición de los criminales “estaría provocando la vuelta latente a ejercer la dictadura militar”.
En el primer golpeteo a la puerta de los cuarteles que un político realiza en mucho tiempo, Carlos Menem evaluó que la decisión del presidente Néstor Kirchner de derogar el decreto que impedía la extradición de los acusados de violar los derechos humanos “estaría provocando la vuelta latente a ejercer la dictadura militar”. Con su espacio político en evaporación y mientras sus apoyos buscan otro lugar donde cobijarse, Menem resolvió hacerse eco de una preocupación que hoy sólo muestran los sectores más retrógrados de las Fuerzas Armadas, nucleados alrededor de los círculos de retirados, jaqueados por el avance de la Justicia en las causas que involucran a represores.
Para el ex presidente, Kirchner está “cometiendo un error” al anular el decreto que firmó Fernando de la Rúa cuando el juez español Baltasar Garzón realizó un pedido de extradición a represores. Una consideración lógica teniendo en cuenta que Menem firmó los indultos que beneficiaron a los ex comandantes y a otros militares condenados por violaciones a los derechos humanos. Los indultos firmados a principios de su primera presidencia incluyeron también a ex jefes guerrilleros.
“De alguna manera, desde mi punto de vista, esto estaría provocando la vuelta latente a ejercer la dictadura militar sobre un país que, a través de mi persona, ha encontrado la pacificación”, afirmó Menem en una entrevista publicada ayer por el diario Unión de Catamarca.
En ningún momento el ex presidente se detuvo a explicar por qué consideraba que la actuación de la Justicia en las causas que involucran a represores puede dar espacio a que se produzca un golpe militar, un hecho que alguien no reclama en público desde la última asonada carapintada. Sólo agregó que él había pacificado el país mientras que Kirchner “revive recuerdos que la gente prefiere olvidar”.
El diario menemista Ambito Financiero, en su habitual sección “Quinchos”, el lunes pasado dio cuenta de algunos de los últimos contactos del ex presidente, bastante alejado del centro de la escena política desde que renunció a enfrentar a Kirchner en el ballottage. Uno de los quinchos mencionaba una comida en el restaurante árabe La Alhambra, convocado por el ex edecán de Menem, Jorge Igounet, de la que participaron el ex jefe de la Armada, Jorge Ferrer, el coronel Emilio Nani, y ex jefes de la Prefectura y Gendarmería.
Otro quincho mencionaba un segundo encuentro por el estilo, en este caso en el haras Los Moros, entre Menem y el ex jefe del Ejército, Ricardo Brinzoni, recientemente sancionado por sus críticas al Gobierno. Cuando asumió, Kirchner, haciendo uso de las facultades que le da la Constitución nacional, descabezó la cúpula de las Fuerzas Armadas pasando medio centenar de oficiales a retiro, algo que Brinzoni nunca pudo digerir. En su discurso final, Brinzoni habló de la vuelta de “la intriga política sobre los cuarteles”. Al otro día, el presidente Kirchner le contestó con dureza.
Pero Brinzoni reincidió con sus críticas el martes pasado, justo cuando el Presidente iniciaba su viaje a Estados Unidos. Casi al mismo tiempo que –según Ambito– se reunía con Menem, Brinzoni habló por Radio 10 para sostener que existía “como una regresión al pasado en el tema militar” y que no le parecía bueno “plantear ante la opinión pública situaciones ocurridas hace 25 años cuando las Fuerzas Armadas miran hacia el futuro”. También volvió a criticar la tanda de pases a retiro. Por indicación presidencial, el ministro de Defensa, José Pampuro, lo apercibió.
Resulta llamativo notar la dirección similar de las declaraciones del ex presidente y las del ex jefe del Ejército. La diferencia fue que Brinzoni, al menos en público, no se animó a ir tan lejos como para considerar creadas las condiciones para el retorno de la dictadura militar.
“Es absurdo que se derogue ese decreto”, insistió Menem acerca de la decisión tomada por Kirchner al día siguiente de que el juez federal Rodolfo Canicoba Corral ordenó la detención de 46 represores procesados en España. “Hasta Estados Unidos pide inmunidad para la actuación de susmilitares en el exterior. Esto de permitir que argentinos sean juzgados en una jurisdicción diferente a la nuestra va en contra de toda nuestra normativa y abre heridas que se habían cerrado entre las gestiones de Raúl Alfonsín y la mía”, agregó. En su opinión, el problema es que “hay una izquierda que creció últimamente”.