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El flamante embajador argentino en Brasil, Juan Pablo Lohlé, presentó ayer al presidente Luiz Inácio Lula da Silva las cartas credenciales que lo acreditan .Lohlé fue designado en ese cargo por el presidente Kirchner un día después de que el patagónico asumiera la primera magistratura, en reemplazo de Juan José Uranga, ahora subsecretario de Política Exterior de la Cancillería argentina.
Durante la campaña, Lohlé encabezó los equipos de relaciones exteriores de Kirchner y hasta se especuó con la posibilidad de que ocupase el sillón principal del Palacio San Martín.
Es la tercera vez que Lohlé ocupa una legación diplomática estratégica –si bien la de Brasilia es la más importante en esos términos para la Argentina, habida cuenta del giro en las relaciones exteriores que ha dado el actual gobierno–; en el pasado había sido embajador ante la Organización de Estados Americanos (OEA) y en Madrid.
En plena campaña y antes del frustrado ballottage, Kirchner visitó a Lula en Brasilia como una clara señal de la importancia que el actual Presidente daría a la relación bilateral con el principal socio de la Argentina en el Mercosur.