En Jujuy, seis testigos, víctimas del terrorismo de Estado, participarán hoy en inspecciones a la Jefatura de Policía y al penal de Gorriti en el marco del segundo juicio por crímenes de lesa humanidad cometidos en la provincia durante la última dictadura. Esa sede policial y la cárcel fueron los dos más grandes centros de detenciones clandestinas en Jujuy, junto al del Paraje Guerrero. Los testigos que participarán de la inspección ocular son Claudia Scurta, hija de Dominga Alvarez de Scurta y testigo del secuestro de su madre, y los ex presos políticos Felipe Noguera, Mario López, Sara Murad, Mercedes Salazar y Gladys Artunduaga. En mayo de 1976, Claudia fue testigo del secuestro de su madre, llevada primero a la central policial, luego a Guerrero, donde la torturaron, y después al penal de Gorriti, de donde fue retirada en condición de detenida-desaparecida. También pasaron por esta cárcel, antes de convertirse en detenidos desaparecidos, María Alicia Ranzoni, Juana Francisca Torres Cabrera, Osvaldo Gregorio Giribaldi, Pedro Torres Cabrera, Jaime Lara Torres y Jorge Turk Llapur. El 10 de junio de 1976, la guardia del Servicio Penitenciario entregó a todo el grupo al comisario Ernesto Jaig y al suboficial César Darío Díaz. Desde entonces están desaparecidos y sólo fueron hallados los restos de Dominga Alvarez de Scurta, sepultados como NN en el cementerio del paraje de Yala. Entre los acusados por secuestro, torturas y homicidios se encuentra Antonio Orlando Vargas, ex interventor en el Servicio Penitenciario provincial, ya condenado en otra causa por violaciones a los derechos humanos.