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El ex presidente Fernando de la Rúa pidió al Tribunal Oral Federal Nº 3 que dicte “una sentencia ejemplificadora” que lo absuelva en el juicio por las supuestas coimas en el Senado en 2000, de modo que se “restablezca” su “dignidad” y a la vez “repare el daño moral” que habría sufrido.

“Esa sentencia será también un mensaje a la sociedad que devuelva la confianza en una Justicia independiente y en el funcionamiento del sistema democrático y republicano”, aseguró el ex mandatario de la Alianza al pronunciar sus últimas palabras antes del veredicto delante de los jueces Guillermo Gordo, Miguel Pons y Fernando Ramírez.

De la Rúa insistió en su negativa de que hayan existido coimas para la aprobación de la ley de flexibilidad laboral e intentó desacreditar las pruebas y testimonios.

El ex presidente está acusado de “cohecho activo” y afronta un pedido de la fiscalía a seis años de prisión, y de seis años y medio por parte de la Oficina Anticorrupción.

En el tramo más político de su descargo, De la Rúa admitió que lo “superaron” los acontecimientos del 19 y 20 de diciembre de 2001, y afirmó que su “deber era persistir en el ejercicio del poder”. “No fui elegido para renunciar sino para cumplir con mi mandato”, dijo.