“No sé si ha sido cumbre, minicumbre o cumbrecita. Espero que hayan podido disfrutar del almuerzo o la cena”, ironizó ayer el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, sobre el encuentro de los sindicalistas opositores Hugo Moyano y Luis Barrionuevo en Mar del Plata. A las críticas del funcionario nacional se sumaron las del gobernador bonaerense Daniel Scioli, que consideró que el sector sindical “tiene que ser justo con los logros de este gobierno”.

Además de bromear sobre la escasa convocatoria que logró el encuentro, Capitanich comentó brevemente los cuestionamientos al Gobierno vertidos por los dirigentes gremiales: “En términos filosóficos, hay críticas que nos honran”, se limitó a decir.

También los diputados nacionales por el Frente para la Victoria Edgardo Depetri y Héctor Recalde salieron al cruce ante las críticas formuladas por Moyano y Barrionuevo el lunes pasado en Mar del Plata.

Recalde, antiguo aliado del líder camionero, fue moderado en sus respuestas y consideró a la cumbre como “un encuentro de dirigentes que tienen una clara posición política de oposición al Gobierno. Yo soy oficialista y no coincido con esa apuesta”. El abogado laboralista también destacó que la reunión fue “una demostración de la plena libertad de expresión que existe en nuestro país”.

Por su parte, Depetri sostuvo que ambos gremialistas “no tienen otro objetivo que el de sumarse a una campaña de deslegitimación del Gobierno y a un escenario de confrontación” y subrayó que “no se discute una unidad de la clase trabajadora, sino que todo lo que quiere construirse es un punto de unidad entre dos dirigentes opositores del movimiento sindical”.

A las respuestas del oficialismo se sumaron las críticas de otros gremialistas, que también apuntaron contra la supuesta “unidad” que habría buscado la cumbre de Moyano y Barrionuevo.

En ese sentido, el titular de la CTA, Hugo Yasky, rechazó que de la convocatoria “pueda surgir nada positivo para el movimiento obrero” y fustigó a “muchos de los que fueron” al encuentro, acusándolos de ser “parte de la peor entrega que se hizo de los derechos de los trabajadores durante el menemismo”.

Moyano y Barrionuevo habían convocado para el lunes pasado a una promocionada “cumbre de la unidad gremial”, donde habían sido invitados tres posibles candidatos a presidente: Daniel Scioli, Sergio Massa y José Manuel de la Sota, que finalmente no asistieron.

También habían convocado a empresarios y a sindicatos nucleados en la CGT que lidera Antonio Caló. Pero a excepción de la Unión Tranviarios Automotor y de La Fraternidad, sólo participaron gremios que integran las centrales que conducen los propios Moyano y Barrionuevo.