Mauricio Macri desembarcó junto a Jorge Macri y María Eugenia Vidal en Almirante Brown. Así, el jefe de Gobierno recorrió junto a sus dos potenciales candidatos a gobernador el distrito de uno de los referentes de Sergio Massa: Darío Giustozzi. “Lo que le cambia la vida a la gente son las obras, no la sanata”, cuestionó Macri la gestión massista local. “Hay palabras que suenan lindas pero no sirven para nada”, afirmó durante su recorrida por Claypole. El ex intendente de Almirante Brown le ofreció al líder del PRO “un GPS para salir de Capital”.

Ofuscado por la llegada de los macristas a su distrito, el intendente Daniel Bolettieri –que responde a Giustozzi– retrucó al jefe de Gobierno, al intendente de Vicente López y a la vicejefa porteña: “Tenemos temor de que al cruzar la General Paz se pierdan y en especial para que lleguen a Don Orione, donde la empresa de los Macri hizo un negociado con la dictadura militar”. “Debería pedir perdón antes de venir a hacer campaña. Es una verdadera vergüenza”, afirmó el intendente, quien luego recibió el respaldo de Giustozzi. “Sería bueno regalarles un GPS a los macristas cuando crucen la General Paz”, se sumó a la ironía.

“En lugar de chicanear a los opositores y gastar dinero en GPS, que se dedique a gestionar el distrito, que está sucio, le faltan cloacas y el problema de la inseguridad es tremendo”, le respondió el ministro de Hacienda, Néstor Grindetti, que acompañó a Macri junto al legislador Federico Salvai. En tanto, Macri consideró que la política “necesita una renovación con dirigentes como Vidal y Jorge Macri, que son parte de la nueva política. Hace 30 años que gobiernan los mismos sin que el distrito haya mostrado signos de progreso”.