El oficialismo salió ayer a cruzar a los gremios opositores que convocaron a un paro general para mañana. “Esto es un paro de transporte”, señaló el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, al analizar la medida de fuerza y poniendo el peso de la efectividad en la falta de medios para traslado. También subrayó que en la Argentina se respeta “plenamente el derecho de huelga” y también se garantiza “libertad para trabajar”. Por su parte, Andrés Rodríguez, el secretario general de UPCN y adjunto de la CGT oficial, que conduce el metalúrgico Antonio Caló, señaló que “no vemos ningún motivo real, gremial y laboral que hoy nos alcance como para una medida de semejante envergadura”. Mientras los moyanistas siguen aclarando que “el paro no es político”, ayer el gremio de los bancarios anunció que no adhiere a la medida de fuerza.

“Tendría que ser un día normal con dificultades para los desplazamientos”, apuntó ayer Tomada después de firmar acuerdos paritarios con los gremios bancarios y comercio. A pocas horas de concretarse la medida lanzada por el camionero Hugo Moyano y sus gremios aliados, los sindicatos que se encuentran discutiendo salarios en paritarias y el Gobierno rechazaron la medida de fuerza que sostendrán mañana por 24 horas. “En el historial del movimiento obrero, se ha hecho cuando la situación es muy grave y es necesario dar una señal muy fuerte, que en este caso no la vemos para nada”, aseguró Rodríguez luego de descartar por completo la participación de su gremio en la huelga.

Desde que el espacio cegetista opositor y el del gastronómico Luis Barrionuevo lanzaron el paro por un día, en el Gobierno y en la CGT oficial lo calificaron como “un paro político”. Los impulsores de la medida de fuerza niegan tajantemente que tenga trasfondo político. “El solo hecho de realizarse cuando se están discutiendo los salarios en las paritarias, es decir en medio de una negociación, es la muestra de ello”, aseguró Caló la semana pasada. Los críticos de la huelga suman, además, las vinculaciones de Barrionuevo con el diputado Sergio Massa y las del dirigente de la Uatre Gerónimo Venegas con el ex presidente Eduardo Duhalde.

El dirigente del gremio de los trabajadores bancarios, Eduardo Berrozpe, destacó ayer que “las paritarias se están desarrollando normalmente, por lo que no hay motivos para realizar un paro de esta naturaleza”, siguiendo la línea de Caló, a pesar de que se trata de un sindicato que se consideraba moyanista hasta hace muy poco. “En un marco de fragmentación del movimiento sindical y evidentes intentos de realizar proyecciones partidarias y electoralistas con una medida de fuerza nacional, sin perjuicio de la legitimidad de los reclamos, como el del Impuesto a las Ganancias, la Asociación Bancaria decidió no adherir a esa medida de fuerza”, agregó el dirigente sindical, al informar sobre la posición tomada ante la medida decretada por Moyano y Barrionuevo, y a la que se sumó luego el dirigente estatal Pablo Micheli que lidera un grupo de sindicatos opositores de la Central de Trabajadores de Argentina.

Por su parte, los dirigentes opositores insisten en aclarar que “el paro no es político”, porque no están “con ninguna referencia política”, según señaló Venegas, dirigente de Uatre. En su proyección de la adhesión al paro pronosticó “un ochenta o noventa por ciento de acatamiento a nivel nacional, porque se van a adherir los trabajadores, hasta los trabajadores de los gremios que están en la (CGT) de Caló”. Al arribar a la sede de la CGT-Rosario para participar de un plenario, Venegas recordó que “el paro es sin piquetes y sin cortes de calles ni rutas”.