EL PAíS › EL CANDIDATO A GOBERNADOR POR EL ARI EN RIO NEGRO, JULIO ARRIAGA
“Peleamos contra la vieja política”
Desde la intendencia de Cipolletti logró el apoyo de Lilita Carrió. Las encuestas lo ubican como uno de los favoritos para los comicios provinciales de mañana. Dice que Kirchner prefiere que gane él.
Por José Natanson
En 1995, Julio Arriaga se presentó como candidato del Frente Grande y ganó la intendencia de Cipolletti, la segunda ciudad de Río Negro. Cuatro años más tarde consiguió la reelección con un record nacional: el 75 por ciento de los votos. En su primer intento por pelear la gobernación, Arriaga consiguió el apoyo de Elisa Carrió, que lo acompañó durante una semana de gira por los fríos pueblos rionegrinos. Aunque sus adversarios cuentan con apoyos de peso (ver recuadro), las encuestas lo muestran como uno de los favoritos para los comicios de mañana. “No hay que mirar las elecciones como algo sólo provincial sino como parte de un proyecto nacional”, asegura a Página/12 el intendente, que incluye dentro de su esquema de centroizquierda a Carrió, Aníbal Ibarra y Hermes Binner.
–¿Cuál es el eje de su propuesta?
–Lo más básico es devolverle a la provincia la salud, la seguridad y la educación, que se han perdido. Río Negro es la única provincia patagónica que está en estas condiciones. Los sueldos de los docentes están por el piso: el salario básico de un docente es de 270 pesos. Es muy poco, sobre todo para la Patagonia, que es cara y es fría. Un médico gana también muy poco, con todos los descuentos que hizo el gobierno provincial. Es una crisis general, al no tener hospitales, con escuelas que están rotas, policías que no tienen ni gasoil para el patrullero. Entonces lo primero es devolverle insumos básicos. Además, la provincia de Río Negro es la más endeudada del país por habitante. Y es una provincia francamente sospechada de corrupción.
–¿Cuál es la diferencia entre usted y el resto de los candidatos?
–Ellos representan el viejo estilo clientelar de la política argentina, con punteros en las ciudades y en los pueblos. Eso es algo que por ahí no pesa tanto en algunos lugares, pero que en provincias como la nuestra es muy importante. Yo soy intendente de Cipolletti hace ocho años. He ganado las elecciones por mucho margen, con el apoyo de partidos no tradicionales como el Frente Grande y peleando siempre desde una situación de disparidad. Arrancamos casi como una utopía, pensando en pelear contra estructuras políticas que manejan una enorme cantidad de dinero, el radicalismo y el PJ, y ahora estamos primeros.
–¿Los otros tres candidatos son lo mismo?
–Representan la vieja política, los modos tradicionales de hacer política. El radicalismo gobierna Río Negro desde 1983 y el peronismo representa lo peor del duhaldismo bonaerense. Llevan colchones, bolsones de comida. La gente está muy mal, con muchas necesidades, y ellos se aprovechan de eso. Nosotros somos una opción distinta, que viene a cambiar las cosas.
–¿Cómo se encuadra su candidatura en el escenario nacional?
–Nosotros no planteamos esto como un proyecto provincial o una cuestión aislada, sino como parte de un movimiento nacional más amplio, donde está Aníbal Ibarra, Binner, Lilita y nosotros. Tenemos un diputado nacional y vamos a tener otro, que se va a alinear con Lilita una vez que ingrese al Congreso.
–¿Qué opina de la gestión de Kirchner?
–Estoy de acuerdo con la mayoría de las cosas que está haciendo el Presidente. El enfrentamiento con los mafiosos, la política de limpieza en el PAMI, la decisión de remover a los jueces de la Corte Suprema, el impulso a la anulación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final. Me parece que está haciendo bien las cosas, aunque sé que está enfrentando intereses muy pesados.
–Pero Kirchner apoyó al candidato oficial del justicialismo, Carlos Soria.
–No fue un apoyo muy fuerte.
–Pero lo recibió en la Casa Rosada y se sacó una foto.
–Sí, porque bueno, es como que no le quedaba otra. Lo recibió una sola vez, pero acá, si uno recorre la provincia, no se notó para nada este supuesto apoyo. No hizo ningún esfuerzo, no vino a Río Negro. El que jugó fuerte con Soria es Duhalde, pero no Kirchner. Yo soy muy amigo de Aníbal Ibarra. Kirchner me conoce, es patagónico, sabe lo que he hecho en Cipolletti.
–¿Cree que en realidad quiere que gane usted?
–Estoy seguro de que prefiere que ganemos nosotros, aunque no lo puede decir. Si nosotros ganamos la elección vamos a demostrar a muchas provincias que se puede ganar desde la nada, desde un partido no tradicional, sin estructura, sin punteros y sin plata. Puede cambiar algunas cosas que vienen para adelante. Por eso soy muy optimista. Ellos están muy desesperados, han puesto muchísima plata, una gran estructura. Nosotros no tenemos nada al lado de ellos, pero así y todo nos va alcanzar.