En la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, se iniciará hoy la cumbre extraordinaria del G-77 + China, que contará con la presencia de unos 27 jefes de gobierno y Estado de todo el mundo. Allí estará la presidenta Cristina Fernández junto a sus pares latinoamericanos de Cuba, Raúl Castro; de Ecuador, Rafael Correa; de Uruguay, José “Pepe” Mujica; de Venezuela, Nicolás Maduro, y de Perú, Ollanta Humala, entre otros. El anfitrión, Evo Morales, regresó a su país desde Brasil, acompañado por el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, que también participará del encuentro, y con quien compartió la inauguración de la Copa Mundial de Fútbol. Bajo el lema “Un nuevo orden mundial para vivir bien”, la cumbre conmemorará los 50 años de la creación del grupo. “Tenemos que tener en claro, los presentes aquí, que el verdadero enemigo de los pueblos es el imperialismo, el colonialismo y el capitalismo. Eso lo tenemos que tener claro”, aseguró Morales al inaugurar las deliberaciones previas a la cumbre, antes de partir rumbo a Brasil.

El G-77 fue creado en 1964 con una declaración de 77 naciones en la primera sesión de la Conferencia sobre Comercio y Desarrollo de las Naciones (Unctad) que exigió un nuevo orden del comercio mundial y “poner fin a la división del mundo en esferas de la opulencia y la pobreza intolerables”. Desde entonces, el grupo incorporó 56 miembros, entre ellos China, quedando conformado por prácticamente todos los países de Africa, toda América latina salvo México, 37 naciones de Asia, 10 de Oceanía y una de Europa, Bosnia-Herzegovina. Según datos difundidos por el gobierno boliviano, el G-77 representa el 60 por ciento de la población mundial y un 31,4 por ciento del producto interno bruto global. Sus tres miembros más grandes, India, Brasil y China, forman parte también del G-20, junto a Argentina, Indonesia, Sudáfrica y Arabia Saudita.

Al conmemorarse 50 años de su creación y a casi 10 años de su último encuentro, el bloque se propone analizar una agenda de temas que comprenden el desarrollo, el cambio climático y el apoyo de los procesos de integración entre los países emergentes, que quedará plasmada en una declaración que se leerá mañana, al cierre de la actividad. El vicepresidente de Bolivia, Alvaro García Linera, adelantó que la declaración que surja de Santa Cruz será “el documento base que deberá tomar Naciones Unidas” al debatir el año próximo “los objetivos del nuevo milenio”, en Nueva York, Estados Unidos.

En la misma línea, recién llegado a Bolivia el jueves por la noche, Ban Ki-moon elogió la figura de Evo Morales y remarcó la importancia de las discusiones del G-77 para la Organización de Naciones Unidas (ONU), actualmente enfocada en tres objetivos. “Primero, tenemos el próximo año la fecha límite para fijar las metas del Desarrollo del Nuevo Milenio. Debemos redoblar el trabajo para alcanzar el objetivo buscado. Luego, tenemos que hacer el debate global y legal sobre el cambio climático ya que tenemos una agenda de desarrollo sostenible post 2015”, afirmó Ban Ki-moon, que pidió “un fuerte patrón para trabajar de manera conjunta entre G-77 y Naciones Unidas”. “Trabajando juntos en una sola dirección todos podemos conocer el buen vivir”, concluyó el secretario general de la ONU en referencia al lema que convoca la cumbre.

La Presidenta llegará a Bolivia hoy por la noche para participar mañana de la actividad principal, que se realizará en el centro de convenciones Fexpocruz, en Santa Cruz de la Sierra. La apertura oficial de la cumbre se realizará hoy en el estadio Tahuichi Aguilera, donde habrá una asamblea con cinco mil representantes de los pueblos originarios.

Durante el sábado se realizarán también otras actividades complementarias de la reunión, a las que asistirán organizaciones sociales y políticas. Una de ellas es la Cumbre Juvenil Latinoamericana, con presencia de organizaciones estudiantiles y universitarias de varios países de la región.

De todas maneras, la actividad en Bolivia comenzó días atrás con reuniones entre cancilleres y representantes de distintos países para trabajar sobre las bases del documento que se firmará mañana. El canciller boliviano, David Choquehuanca, adelantó ayer que la declaración fue presentada por su país y contó con el aporte de los otros miembros. “Este documento está prácticamente terminado, se ha concluido el trabajo del consenso de la declaración de esta cumbre”, señaló y agregó que involucrará temas como la erradicación de la pobreza, la garantía de la paz y la crisis alimentaria, entre otros.