EL PAíS › LA ARGENTINA VA A LA HAYA PORQUE URUGUAY VOLVIO A AUTORIZAR UN AUMENTO DE PRODUCCION DE LA EX BOTNIA

Una amistad que se pone a prueba

En una carta al gobierno de Mujica, el canciller Héctor Timerman calificó la decisión como un “gesto inamistoso” y amenazó con revisar “todas las políticas de relacionamiento bilateral” si Montevideo no deja sin efecto la medida.

 Por Nicolás Lantos

La Argentina recurrirá nuevamente y “de forma inmediata” a la Corte Internacional de Justicia de La Haya en el marco del conflicto con Uruguay por la papelera UPM, luego de que el gobierno del país vecino volviera a autorizar de forma inconsulta un aumento de producción de la ex Botnia. En una carta dirigida al canciller uruguayo, Luis Almagro, su par argentino Héctor Timerman calificó la decisión como un “gesto inamistoso” y amenazó con revisar “todas las políticas de relacionamiento bilateral” si Montevideo no deja sin efecto la medida. Los presidentes Cristina Fernández de Kirchner y José Mujica coincidirán este fin de semana en la cumbre del G-77+ China que se llevará a cabo en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, pero no tienen por ahora en agenda un encuentro bilateral para tratar este tema. “No hay canales de negociación abiertos. Esto se resuelve en la Corte”, aseguraban ayer por la noche en el Palacio San Martín.

El jueves por la noche la compañía de origen finlandés había informado que aumentaría su producción a 1.365.000 toneladas anuales, cifra que había solicitado en 2011. A fines del año pasado, UPM ya había aumentado su producción a 1.200.000 toneladas anuales con autorización del gobierno de Mujica, lo que había despertado protestas formales por parte de la Argentina. Ante este nuevo permiso para incrementar 100.000 toneladas más, Buenos Aires decidió recurrir nuevamente a la Corte de La Haya, que ya había intervenido en este caso autorizando el emplazamiento de la papelera aunque dejando su funcionamiento sujeto a una serie de condiciones y acuerdos bilaterales que ahora no se estarían cumpliendo, según denunció Timerman.

“En el día de ayer el gobierno argentino tomó conocimiento a través de una nota presentada por la Delegación Uruguaya ante la Comisión Administradora del Río Uruguay, que su gobierno ha autorizado hace seis días en forma definitiva el aumento de producción de UPM a 1.365.000 toneladas anuales –informa la carta que desde Cancillería se envió a Montevideo y se difundió a la prensa–. Se trata de un gesto inamistoso de parte de su gobierno en un tema que desde octubre de 2013 ha surgido como una nueva etapa de la controversia entre nuestros países en torno de la violación por parte del Uruguay del Estatuto del Río Uruguay.”

Para Timerman, esta decisión del gobierno uruguayo “confirma la ruptura unilateral” del Estatuto al ignorar los “mecanismos de información y consulta previa” que allí se establecen. El tratado, establecido en 1975, “se encontraba en pleno desarrollo en octubre de 2013 cuando fue interrumpido de manera arbitraria” por Montevideo, denuncia el canciller argentino, en términos similares a los utilizados por Buenos Aires en la primera denuncia contra Uruguay en La Haya por el emplazamiento de la pastera.

“El gobierno argentino reclama por mi intermedio que el gobierno uruguayo deje de inmediato sin efecto esta nueva resolución y se atenga al cumplimiento estricto y de buena fe de las normas”, reclama la carta, recordando que ya se realizaron intimaciones similares en tres ocasiones en octubre y noviembre de 2013 cuando Mujica autorizó un primer aumento inconsulto de la producción de Botnia. Por tanto, “el gobierno argentino ha decidido recurrir en forma inmediata a la Corte Internacional de Justicia por el incumplimiento uruguayo del Estatuto del Río Uruguay y de la propia sentencia del Tribunal del 20 de abril de 2010.”

La misiva informa, asimismo, la decisión del gobierno argentino de “reevaluar todas las políticas de relacionamiento bilateral con el Uruguay, así como el funcionamiento de las respectivas comisiones binacionales”, llevando el vínculo entre Buenos Aires y Montevideo a su nivel “más tenso” desde que se levantaron los cortes de cruces fronterizos, en 2010, según evaluaban ayer en la Casa Rosada. Ayer a la noche no había diálogo entre ambas cancillerías y en la Argentina aseguraban que “salvo que Mujica anuncie que va a retrotraer los niveles de producción a los de septiembre de 2013”, la cuestión deberá resolverse nuevamente en La Haya.

En la Casa Rosada son escépticos respecto de la posibilidad de que Fernández de Kirchner y Mujica se reúnan para zanjar este diferendo de forma personal: aunque es conocida la buena relación entre los dos mandatarios y ambos coincidirán este fin de semana en la cumbre del G-77+ China en Santa Cruz de la Sierra, no hay aún una reunión en vista y esa posibilidad “está muy fría”. Los dos ya habían discutido este tema cuando visitaron La Habana, a fines de enero, para el encuentro de mandatarios de la Celac.

Mientras tanto, el vicepresidente uruguayo, Danilo Astori, aseguró que en Buenos Aires “estaban al tanto de la intención del gobierno de permitir un nuevo incremento de la producción” y acusó de “impredecible” la reacción argentina. “La autorización concedida previamente era una parte de lo que se había acordado. Sabemos que hemos tenido dificultades y no sólo por este tipo de cosas, también por decisiones argentinas que terminan afectando directa o indirectamente los intereses de los uruguayos”, explicó. En tanto, el gobernador de Entre Ríos, provincia frente a cuya costa está emplazada la papelera, Sergio Urribarri, dijo que la actitud uruguaya es “desconcertante” y “revela su escasa voluntad para encauzar la relación binacional por el camino de la fraternidad y la convivencia”.

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La compañía UPM informó que aumentaría su producción a 1.365.000 toneladas anuales. A fines del año pasado, ya la había incrementado a 1.200.000.
Imagen: Martín Quintana
 
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