EL PAíS › HILDA CHICHE DUHALDE HABLA DE POLITICA Y EXPLICA “QUE OPINAMOS” DE KIRCHNER Y SOLA
“El bloque no va a hacer oposición”
Ve “hegemónico” al Presidente, pero no le molesta. Dice que el poderoso bloque del PJ bonaerense que nacerá de esta elección “va a acompañarlo.” Defiende a Ruckauf y a Scioli –”tiene que aprender”– y no le “preocupa” que su marido apoye a candidatos que se oponen a los de Kirchner.
Por Martín Piqué
“Nosotros –confía con gesto serio mientras prende otro cigarrillo– vivimos algo parecido.” Es la tercera vez que usa la primera persona del plural, y el recurso se repite a lo largo de la entrevista. Esta vez lo utiliza para hablar de la compleja negociación con el Fondo que enfrenta la gestión de Néstor Kirchner. Y no puede evitar la asociación con el gobierno de Eduardo Duhalde, su marido, del que ella fue virtual ministra de Desarrollo Social, aunque su cargo preciso fue de “coordinadora de políticas sociales”. Hilda González, Chiche, se siente parte de la administración que, en sus palabras, enfrentó “el año y medio más difícil de la Argentina”. Y por eso habla en plural, a pesar que le molesta que asimilen a una mujer a la actividad de su esposo, como comenta ante el caso de Graciela Camaño y el senador Luis Barrionuevo.
–En la elección todo el mundo descuenta que el resultado está cantado.
–Hay una diferencia real no solamente en números sino en perfil de candidatos. Felipe Solá es un hombre que ha pasado por todos los cargos, que tiene experiencia de gestión, que no ha podido hacer demasiado. A él le tocó hacerse cargo en el año y medio que a mi marido le tocó hacerse cargo en Nación. Fue un año y medio muy difícil. La gente evalúa esas cosas. Veo frente a él candidatos endebles.
–Hay quienes dicen que puede haber corte de boleta por Carlos Ruckauf y Graciela Camaño, a quienes defiende cada vez que puede.
–Los defiendo porque me parece justo defenderlos. El mayor elemento que se le cuestiona a Ruckauf es su postura ideológica frente a algunos temas. Que yo no comparto. Pero también sé que hay mucha gente que piensa como él. Hay mucha gente que plantea mano dura, y si no, preguntémosles a los que le mataron un hijo, le violaron una hija. Entonces, la Cámara de Diputados tiene que ser el reflejo de esta heterogeneidad de ideas. Ese no es un elemento como para cuestionarlo.
–Muchos cuestionan de Ruckauf que haya dejado la Gobernación.
–Es que no la dejó. Yo estaba presente el día que mi esposo intentaba armar el gabinete. Todos los gobernadores le daban la espalda. El le dijo que no. Mi marido le dijo “por favor, la gente de la provincia que no me falle en ésta”. Porque no había quién lo acompañara. Y por eso Ruckauf viene. Han instalado que él se fue, huyó, y no es así.
–Dice que él no huyó, pero en el último acto en San Vicente, Solá dijo “yo no me voy a bajar del barco en medio de la tormenta”.
–¿Por qué interpretamos así? Algunos me hicieron el mismo comentario que usted. Yo no lo interpreté así. Me sorprendió la interpretación que hicieron, inclusive en el acto. Felipe lo sabe, porque es un tema que lo hemos conversado muchas veces. Que si no lo sabía, hoy lo sabe. Cómo fue la llegada de Ruckauf al gobierno nacional.
–Todo indica que el PJ bonaerense en el Congreso va a tener un poder muy fuerte, el bloque más grande con alianzas con otros gobernadores.
–Son interpretaciones. Porque hay una decisión muy grande de acompañar al Presidente, porque si al Presidente le va a mal en ésta, creo que es la última oportunidad que tiene la Argentina. Así que no vean en los diputados del bloque que vamos a poner piedras en el camino o hacer alianzas que perjudiquen al Gobierno. Estos días me sorprendo con las lucubraciones que se hacen.
–¿Le parecen fuera de lugar?
–Me parece que no conocen la realidad y da la sensación de que muchas veces quisieran ver problemas donde no los hay.
–Y para un Gobierno que llegó al poder sin la posibilidad de la segunda vuelta, que desde la gestión está intentando construir poder...
–(Interrumpe) No está intentándolo. Lo está haciendo y muy bien.
–¿Las declaraciones de Scioli manifestando que “en un país serio no se anulan las leyes” no complican esa construcción?
–Creo que hubo excesos. Creo que ha habido un reconocimiento, que más que con un deseo de complicar tiene que ver con una característica de la personalidad de Scioli, que es un hacedor. Es un tipo que permanentemente está buscando hacer, porque viene de otro sector, viene de la empresa. Es un tipo netamente ejecutivo y posiblemente ha tenido un aprendizaje. Ha aprendido, y creo –espero– que eso no vuelva a suceder.
–Sin embargo, usted también había dicho algo parecido a lo que dijo Scioli. Dijo que tenía cierto temor de que el Congreso anulara las leyes.
–Yo no soy la vicepresidente de Kirchner. Yo soy una mujer política, sin ningún cargo, que tiene opinión formada sobre las cosas. Me parecía que el Congreso no estaba facultado para anular leyes. Di mi opinión, me la preguntan y la doy. Es diferente.
–Hay planes de la ministra Alicia Kirchner que se firman directamente con grupos de piqueteros, de construcción de viviendas. ¿Cómo ve este tema?
–Lo estoy viendo con cuidado. Estoy mirando este proceso con atención. A mí no me parece mal que un grupo de piqueteros, si el proyecto es real, si realmente va a cumplir una función social, van a construir las viviendas o van a atender los comedores, si lo van a hacer realmente y el Estado lo controla, no me parece mal. El tema es que no sea un invento.
–¿En qué quedó el Operativo Rescate en Tucumán? Usted propuso copiar el modelo de las manzaneras, llevarlo allá, y el tema del censo después de la muerte de 19 chicos desnutridos el año pasado.
–Y, avanzamos en el censo en varios lugares, armamos el programa de las manzaneras en dos ciudades muy grandes, cercanas a la Capital, y se nos acortó el tiempo y nos tuvimos que ir. Así que yo he hablado con (el gobernador electo, José) Alperovich, le he dicho que es conveniente seguir haciendo un armado de redes, le he dicho que es muy importante tener una red social que contenga. Pero no sé realmente cómo lo va a hacer.
–¿Comparte cierta crítica que se le hace a este gobierno de que hay un afán demasiado hegemónico por parte del Presidente?
–Sí, yo noto estos días muchos medios mirando ese tema. Creo que es un estilo. Es un estilo, no sé si es bueno o es malo.
–Por ejemplo, en el caso puntual de pedir las renuncias en la Secretaría de Turismo, ¿fue algo desmedido?
–No lo sé, no lo sé. A lo mejor uno no tiene ese estilo. Pero yo no sé si es malo ese estilo. El ha construido un poder, lo necesita ese poder para poder gobernar y cambiar las cosas de fondo que quiere cambiar. Y yo respeto su estilo.
–Y hablando del poder del Presidente o del Gobierno, cómo se imagina este gobierno si en la ciudad gana Macri?
–Yo lo imagino igual, lo imagino igual. Este lugar es un lugar más.
–Digo por el empeño que ha puesto Kirchner en mostrarse junto a Ibarra.
–No, a mí no me preocupa. La verdad no me preocupa, primero creo que el Presidente está jugando una carta afuera acá (en la ciudad) y en otros lugares. Tiene derecho a hacerlo, no se lo puede cuestionar por eso. No está dejando de gobernar, está gobernando y lo está haciendo muy bien. Y me parece que va a seguir haciéndolo, independientemente de quien gane. Me parece que no va a modificar en nada su actitud o su forma de trabajar.
–Hay hombres cercanos a su marido que están en la lista de Macri o cerca de él, como (Jorge) Argüello.
–Hay hombres cercanos en las dos listas. Mi marido no ha participado para nada en esta interna (sic). Lo han querido involucrar, pero tiene un silencio de radio desde el 25 de mayo a esta fecha, que la verdad le admiro porque me parece una prudencia que es la que corresponde para este momento. Y creo que ha sido una elección pareja y el final está abierto. Por eso despierta tanto interés en los medios de comunicación, por eso la provincia no despierta interés. Porque acá es una pelea palmo a palmo.
–Hace poco dijo que “el Gobierno se tenía que ocupar por los derechos humanos de los vivos”. ¿Podría aclarar qué quiso decir?
–No, yo no digo que este Gobierno no se ocupa. Yo lo que dije en ese momento es que tenemos que cerrar este capítulo de la historia. Fíjese que en el año ‘83 intentamos cerrarlo y no lo pudimos cerrar. Y no lo podemos cerrar y eso nos hace seguir teniendo que mirar para atrás. En Lomas de Zamora perdimos doscientos compañeros, muchos muy cercanos. El partido más perjudicado por la dictadura militar fue el peronismo. Yo quiero cerrarlo y cerrarlo bien. Cerrarlo sin que queden heridas para atrás, porque si no, es imposible avanzar. Y empezar a partir de ahí a ocuparnos de los derechos de los vivos. Nosotros tenemos que poder volver a garantizarle los derechos básicos a la gente.
–¿Y cerrar las heridas, para usted, qué significa?
–Que la Justicia actúe. Lo que pasa que en un país donde la Justicia no es creíble todo se torna más difícil. La Justicia tiene que determinar la culpabilidad, los que tuvieron culpa tienen que pagarla. Eso es así de sencillo en un país donde las instituciones funcionan.
–¿Cómo ve que Kirchner se haya aliado con dirigentes que no son del PJ o compiten por afuera de la estructura?
–¿Misiones? En ese caso, creo que Kirchner se ha sentido muy acompañado por Rovira y devuelve la atención, digamos así. Rovira se ha ido afuera del partido, como ha pasado en la provincia de Buenos Aires, donde muchos han evitado la interna porque creían que podían perderla. El Presidente tiene el derecho de acompañar a quien quiera.
–Y en ese caso puntual, su marido ha apoyado a Puerta, ¿cómo piensa que va a salir esa elección?
–No sé cómo va a salir, en verdad. Pero mi esposo está acompañando como lo ha hecho siempre a los candidatos que van por dentro del justicialismo. Si no, es muy fácil, ¿no? Cuando se las ven fieras y van a perder se van por afuera. Eso no, no puede ser. Mi esposo siempre ha acompañado a los candidatos del justicialismo, lo ha acompañado a Kirchner cuando Menem hacía campaña por otro candidato.