Miles de militantes, familias, jóvenes, chicos corriendo por todas partes, bebés en brazos o en cochecitos pintaron el festival cultural que realizó el kirchnerismo para recordar a Néstor Kirchner en el cuarto aniversario de su fallecimiento. “Esta idea de festival fue para cerrar las jornadas solidarias y para mostrar hasta dónde llegó la figura de Néstor, que tocó la sensibilidad de los artistas. Era imposible imaginar en los ’90, en el 2001 y hasta el 2003 que comenzara a haber expresiones dedicadas a un político”, dijo a Página/12 el diputado y secretario general de La Cámpora, Andrés “Cuervo” Larroque, mientras sonaba en el escenario la banda Medio Rejunte, de Avellaneda.

“Somos de la gloriosa Juventud Peronista, somos los herederos de Perón y de Evita”, se escuchaba al unísono en la zona de ingreso al predio de la ex ESMA, donde los militantes resignificaban el ex centro clandestino de detención por el que pasaron miles de desaparecidos, para poner en valor uno de los aspectos más importantes del kirchnerismo: la política de derechos humanos. “A pesar de las bombas, de los fusilamientos, los compañeros muertos, los desaparecidos, no nos han vencido”, seguía el cantito que subía de volumen y daba paso a los saltos en las últimas tres palabras, dirigiendo los dedos en V hacia el antiguo edificio en el que la Marina montó un centro de represión en los ’70.

La militancia kirchnerista cerró con el festival las Jornadas Solidarias Néstor Kirchner que desplegaron en plazas y escuelas durante el fin de semana, en los barrios donde tienen asiento territorial.

“Néstor nos sacó de la incredulidad que nos producían los políticos y la democracia. Que todos estos pibes estén acá plantea la vigencia de un tipo que le devolvió la dignidad a un pueblo y nos dio la posibilidad concreta de volver a ser una nación”, dijo el dirigente social Luis D’Elía, entusiasmado con la concentración popular para recordar al expresidente Kirchner. A su alrededor se encontraban también el intendente de Morón, el sabbatellista Lucas Ghi, acompañado por los legisladores provinciales de Nuevo Encuentro Mónica Macha y Adrián Grana.

El secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, transitaba el sector izquierdo del escenario, mientras atendía al pedido de jóvenes para sacarse una foto, y el vicegobernador bonaerense, Gabriel Mariotto, se acercaba a la zona. “Lo más importante son todos estos jóvenes de 15, 18 y 20 años que encarnan esta frase de ‘se cerraron sus ojos pero él abrió millones’”, destacó el diputado Eduardo De Pedro, a pocos metros de la legisladora Lorena Pokoik y los diputados Juan Cabandié y Horacio Pietragalla.

A los costados, las agrupaciones kirchneristas montaron stands en los que mostraban algunos de los trabajos barriales y las remeras que las identificaban. En todas había un punto de confluencia, las figuras de Néstor Kirchner y de Cristina Fernández estampadas. Mientras saltaban atrás agitando alguna consigna, abajo del escenario un grupo de artistas plásticos pintaba “la historieta más larga del mundo”. En contraste de blanco y negro se veían figuras de eternautas soportando la nevada –aludiendo a la historieta del desaparecido Héctor Germán Oesterheld–, donde fueron integrando la figura de Kirchner.

Bajo la consigna “El viento que todo empuja”, parte de una estrofa de una canción de La Renga, los organizadores realizaron el homenaje a Kirchner y proyectaron un video en el que se mostraba al ex presidente en distintos momentos de su carrera política, mientras el tema sonaba de fondo. “No pasa nada, si todos los traidores se van con Massa. Siempre te sigo, somos los soldados del pingüino”, arengaban los militantes. Después, la banda Viejo Maderos interpretó el tema “Descolgando el odio”, que encendió a la gente.

Dirigentes y funcionarios rotaban su presencia durante el transcurso del acto. El ex jefe de Gabinete Juan Manuel Abal Medina aseguró a este diario que “lo bueno es que este festival no es una excepción, porque en todo el país se está recordando la figura de Néstor como a él le hubiera gustado: con militancia y con alegría”. Por el escenario ya había pasado la ministra de Cultura, Teresa Parodi, que subió a pedido de los organizadores, y Ariel Prat levantó la temperatura con su Murga del Flako, acompañado por Juan Subirá, de la Bersuit, y una murga de Boedo que terminó con algunos tonos de la marcha peronista. Parecía que terminaba el tema, pero empezó a retumbar con fuerza la marcha cantada arriba y abajo del escenario, apenas antes de la actuación del grupo de percusión y baile El Choque Urbano. La jornada que recuerda un día triste para los kirchneristas transcurrió como aquel 27 de octubre de 2010 en el que la tristeza se transformó en movilización para despedir a su líder.